domingo, 28 de octubre de 2012

One love. Capítulo veinte.


                             Narras tú.   

Ya han pasado unos cuantos días, desde entonces no hemos tenido ningún problema ni nada, todo lo contrario. Sean me "regañó" por volver con Justin, pero sinceramente, me da igual. Yo le quiero y estoy feliz con él, así que no voy a hacer caso al chico este. Hoy es viernes, y teníamos pensado pasar la tarde en las canchas, como siempre. 

Ahora mismo me encontraba en clase de literatura, cuando de repente, alguien llama a la puerta.

- Adelante. - dice ocn voz grave el profesor. Abren la puerta, y veo su cabeza asomarse. ¿Está loco? Yo sonrío.

- Hola, necesito que salga la alumna _____(tu nombre y apellidos) un momento, es urgente. - Justin tenía la cara seria, yo me preocupo y dejo de sonreir, miro al profesor como rogándole que me dejara. Él mira el reloj, apenas quedan 15 minutos para que acabe la clase.

- Está bien, pero sólo porque les he dejado tiempo libre. - Yo me levanto de la silla y voy a la puerta.

- Muchas gracias, señor Gustavo. - Salgo y Justin lo hace detrás de mi, cerrando la puerta, me doy la vuelta y antes de que puede decir nada, Justin me acorrala en la pared.- Te he salvado de clase.

- ¡Justin! ¿Eres idiota? No sabes el susto que me has dado. - digo riendome y dándole un golpe flojo en el pecho. Él se acerca más aún y me atrapa los labios rápidamente. 

- Te echaba de menos. 

- Pero si nos acabamos de ver en el recreo. - digo riendo en sus labios.

- Pero ya han pasado casi 3 horas desde el recreo, no aguantaba más.

- Esta es la última clase de la semana, sólo tenías que esperar 15 minutos. - digo siguiéndole el beso.

- Te parecerá poco.

- Me parece una eternidad. - él sonríe sobre mis labios. Y seguimos besándonos, hasta que suena el timbre, todas las puertas se abren de golpe, entro en mi clase a por mi mochila, y Justin se va a la suya a hacer lo mismo. Ya no había nadie en clase, sólo mi profesor.

- Y bueno, ¿qué era eso tan importante que tenía que decirle el señorito Bieber? - dice con una sonrisa burlona en los labios.

- ¿Eh? - digo levantando la cabeza para mirarle. - Nada, cosas privadas. - Él se acerca a mi. Tendrá unos 30 o 40 años aproximandamente.

- La próxima vez, no se eche pintalabios. - dice pasando su dedo por mi labio inferior, haciendo que yo me aparte, asustada.- Tranquila, mujer, que sólo la estoy facilitando el trabajo. - se ríe y se acerca más, yo me aparto. Miro a la puerta y justo entra en la clase Justin, colocándose la mochila. Una vez dentro, levanta la cabeza me ve y sonríe. El profesor ya se había alejado. - Hasta la semana que viene chicos.- dice saludando y saliendo de clase, yo sigo con los ojos abiertos.

- Bueno, ¿nos vamos o qué? - Yo sigo mirando a mi mochila, alucinando.- Eh, ¿estás bien?- reacciono y le miro. Sonrío.

- Claro, venga vamos. - le doy la mano y salimos de ahí. Salimos y los chicos ya se habían ido, así que nos vamos los dos juntos.

- Oye, ¿seguro que estás bien? ¿Ha pasado algo? 

- No, que va. ¿Qué va a pasar? -digo sonriéndole, de la manera más real que puedo.

- No sé, te noto rara.

- Pues no me pasa nada, en serio. - le doy un beso en la mejilla.

- ¿Confías en mi? - dice pasando su brazo por mis hombros y devolviendome el beso.

- Claro que si, bobo. - Y andamos abrazados hasta llegar a mi casa, como siempre. - Bueno, luego nos vemos ¿vale?

- Eso espero, te quiero. - me da un beso en los labios y se va. Entro en mi casa y veo a mi madre en la cocina.

- Hola, mamá.

- Hola cielo ¿qué tal el día? - dice dándome un beso.

- Pues bien, como siempre. Oye mamá, no tengo hambre, luego si eso me hago un sandwich. 

- Bueno, vale. Pero te lo haces ¡eh! 

- Que si. Me voy arriba. - cojo mi mochila, que la había dejado en el suelo y subo a mi habitación. Cojo el ordenador y abro el facebook, una petición de amistad.
"Gustavo Smith quiere ser su amigo" , mi profesor. Joder, estoy asustada. Se que alomejor es una tontería y que posiblemente sólo quiera caer bien, pero a mi me da miedo. La dejo ahí, sin contestar. Me tumbo en la cama y sin quererlo, me duermo. 

- Eh, tss, ____(tu nombre), cielo. Despierta. Venga, que ya son las 6. Está Justin abajo esperándote. - al oir su nombre abro los ojos. A mi lado está mi madre.

- Voy, dile que ahora bajo.

- Vale, no tardes. - me meto en el baño, me lavo la cara y me pinto los ojos, sólo la raya y un poco de rimmel. Me peino y bajo las escaleras, le veo sentado en el sillón, hablando y riendo con mi madre, sonrío. 

- Ya estoy. - digo abrazándole por la espalda y dándole un beso en la mejilla, noto que está sonriendo, ya que sus mejillas se "hinchan". Mi madre se ríe y se va.  Él se pone de pie y me da un beso en los labios. 

- He tenido que venir a por ti, me había preocupado. Habíamos quedado a las 5. 

- Lo siento, en serio. No tenía pensado quedarme dormida.

- No pasa nada, venga. ¿Nos vamos? 

- Si, vamos. - le doy la mano y antes de cerrar la puerta de la calle grito. - ¡Mamá, me voy!- obteniendo un "vale, no vuelvas tarde" de su parte. Cierro la puerta y paso mi brazo por la cadera de Justin, él se ríe.

- Que bajita que eres.

- Calla. - digo dándole un golpe. - Por cierto, ¿te ha mandado alguien del insituto una petición de amistad al facebook? 

- ____(tu nombre), porque tenga amigas en el facebook, no significa que te vaya a engañar, creía que confiabas en mi, además...- no le dejo acabar, le tapo la boca con la mano, riendo.

- No me refería a eso, idiota. Digo algún profesor.

- Ah, joder. - se ríe.- No, ¿por?

- No sé, por saber.

- ¿A ti? - dice cuando ya llegamos con los chicos, intento evitar la pregunta, por si acaso.

- Hola chicos. - digo sonriendo, me separo de Justin y le doy un beso en la mejilla a las chicas. Los chicos pasan un rato jugando al baloncesto, nosotras haciéndonos fotos.

- Chicas, os tengo que contar una cosa, porque me estoy volviendo loca. - las digo. Ellas me miran atentas. - Bueno, a ver, antes, en clase me ha sacado Justin y...- las cuento la historia, Claudia me mira sorprendida y Keila normal.

-  Que miedo, ¿se lo has dicho a Justin? - Dice Claudia.

- No...

- Tía, yo creo que quiere hacerse el "enrollado", no te preocupes. - dice en cambio la otra.- pero díselo a Justin, por si acaso.

- No, no se lo voy a decir. Seguro que le dice algo, y paso. Además, que tampoco quiero que lo sepa, ni es necesario que se entere.

- ¿De qué no es necesario que me entere? - dice su voz en mi espalda. Mierda. Me doy la vuelta, pero estando sentada en el cesped, y miro hacia arriba, a su cara. Sonrío.

- De nada, no hablaba de ti. - digo sonriendo. Él se ríe.

- Que mentirosa.- Se agacha, me agarra de la cintura y me sube a su hombro, corriendo por las canchas conmigo encima, gritando y pataleando.

- ¡JUSTIN! ¡PARA! - él se sigue riendo.

- Si me sigues dando patadas, no puedo.

- Pues eso es lo que quiero, que me bajes. - a lo tonto, a lo tonto, Justin tropieza, haciendo que caigamos en el cesped, primero él, y yo encima, riendonos los dos. - Lo sabía, eres idiota. 

- Yo también te quiero, amor. - me coloco bien y le doy un beso mojado en el cuello. - te recuerdo que estamos en un sitio público, pervertida.

- ¡Cochino! Pues ya no te doy más besos. 

- No aguantas.

- Tú menos.

- Ya. - dice robándome un beso. - ¿Me lo vas a contar? - yo suspiro.

- Justin, es que no es nada mío. Es una cosa de una compañera, no lo puedo decir. - digo mintiendo, sin mirarle a los ojos.

- Ya, no es nada tuyo. - dice separandose y poniendose de pie. Yo le imito.

- Justin... No te enfades, por favor.- digo abrazandole. Pasa un rato, él no hace nada, hasta que le oigo suspirar y me rodea con sus brazos, devolviendome el abrazo.

 - No me enfado. Es imposible enfadarme contigo. - yo levanto la cabeza, le sonrío y le beso suave en los labios.

- Gracias. - susurro.


domingo, 21 de octubre de 2012

One love. Capítulo diecinueve.

                             Narras tú.  

Ahora mismo estamos en el sillón, yo en su regazo y él rodeándome con sus brazos, entre besos y abrazos, reímos. Mientras que en la tele dan una película. La típica película americana que dan a la madrugada, ya que sólo la ven 4 gatos. 

 - Eres preciosa. - dice Justin sonriendo a milímetros de mis labios, haciendo que me sonroje.

- Y tú un mentiroso. - digo rozándo mi nariz con la suya.

- Sabes de sobra lo eres, además, al único al que le tienes que parecer preciosa es a mi. - dice, haciendo que yo levante una ceja.

- Pues mi abuela siempre me dice que soy preciosa. - él se ríe.

- Me refiero a chicos.

- Mi abue...- me corta antes de que acabe.

- Chicos jóvenes solteros. - yo me río exageradamente, y él me mira sonriendo. Cuando ya me calmo, me acerca a él y me da un beso en la mejilla.- te he echado mucho de menos. - yo suspiro.

- Y yo a ti, idiota. - le doy un beso en el cuello. Él me agarra de la cintura y me coloca a horcajadas encima de él. Pongo mis manos en su cuello y le muerdo el labio inferior. Lo suelto, lo vuelvo a morder.  Él sube y baja sus manos por mi espalda. El beso va a más, él me aprieta contra su cadera, intentando juntarnos más, como si eso fuera posible. Suspira, y le doy besos en el cuello. 

- Sabes como puede acabar esto ¿no? - dice susurrando en mi oído.

- Lo sé prefectamente. - digo jugando con el botón de su pantalón. Suena mi móvil, Justin echa la cabeza hacia atrás y yo suspiro.

- Siempre, pero siempre nos interrumpen.

- Ya lo sé, son muy oportunos. -digo riendo. Cojo el teléfono, que estaba en la mesa de la entrada. "Mamá llamando." Miro la hora, mierda, son las 4 casi. Mierda.

- ¿Si?

- ¿Se puede saber en dónde estás? 

- Eh...-miro a Justin con cara de preocupación, él me mira sonriendo. Suspiro. - estoy en casa de Justin.

- ¿¡Se puede saber qué haces ahí!? ¿Estáis solos? - dice hitérica.

- Mamá, nos aburríamos en la fiesta y era pronto, así que vinimos a su casa. Y no, está su madre con nosotros. - mentí mientras Justin se reía.

- ¿Y a qué hora tienes pensado venir, guapa? - se la notaba enfadada.

- Ahora mismo voy, mamá. - Justin se levanta de golpe y me hace señas, que las entiendo al instante. Sonrío.- Oye, me ha dicho la madre de Justin, que si me quiero quedar a dormir, ¿me dejas? - Silencio.- ¿Mamá?

- A las 11 de la mañana te quiero aquí. 

- ¿Eso es un si? 

- Si, y cuidado con lo que haces, estoy confiando en ti.

- Si, tranquila. Muchas gracias, eres la mejor, te quiero. Adiós.

- Ya, ya. Hasta mañana. - Cuelgo el teléfono y lo dejo en donde estaba antes. Justin me mira sonriendo, y yo me lanzo a sus brazos, enganchando mis piernas en su cintura. Él me besa y me mordisquea el labio inferior.

- Estoy reventada. - digo apoyando mi cabeza en su hombro.

- ¿Quieres que nos vayamos a dormir? - dice dándome un beso en la cabeza.

- Como quieras. - digo yo, cerrando los ojos.

- Vamos anda. - él me lleva cogida, pero en las escaleras, levanto mi cabeza.

- Bájame. - digo mirándole.

- ¿Qué pasa? - dice preocupado.

- Nada, bájame. - él me mira a los ojos.- Es que... no quiero hacerte daño.

- ¿Daño?

- Si, peso bastante. Seguro que te haces daño en la espalda. - digo seria. Un segundo, dos, tres. Y se empieza a reir, fuertemente. Yo le miro seria, pero él sigue a lo suyo, meándose de la risa.

- Eres...eres...- se sigue riendo. - ¿en serio? 

- Totalmente en serio. - digo levantando una ceja.

- Si hasta mi mochila pesa más que tú. Anda, calla. - me agarra del culo y sube las escaleras. Abre la puerta de su habitación, y me suelta lentamente en la cama, pero yo no me separo de él. - Me tengo que poner el pijama, te traigo otro para ti. - dice. Yo, que tengo las manos en su cuello, le acerco a mi, y le beso.

- Te quiero. - susurro en sus labios.

- Te quiero más. - dice él separándose. Sale por la puerta y vuelve al cabo de 5 minutos sólo con un pantalón de baloncesto, sin camiseta. Me lanza una camiseta suya, huele a él. Le miro seria. - ¿Pasa algo?

- Si, date la vuelta, me tengo que cambiar. - sube una ceja. - Va en serio.- él se rie y se da la vuelta. Me quito el vestido rápidamente y me pongo la camiseta. Una vez que ya he pasado la cabeza por el cuello de la camiseta, veo que me está mirando. - ¡Cochino!¡ Te he dicho que no te dieras la vuelta! - digo riendo.

- Era inevitable, princesa. - me rodea por la cintura y me besa.- Eres demasiado perfecta. - Sonrío sobre sus labios. Nos separamos y abrimos la cama, él se mete y después yo, colocando las mantas. Me rodea por los hombros y yo paso mis manos por su espalda. Me mira, y a pesar de estar la luz apagada, veo sus ojos. Roza su nariz con la mia. - Buenas noches, cielo. 

- Buenas noches, mi amor. 

- Te quiero. 

- Que ñoño estás hoy ¿no? - digo riendo. Él se separa y se da la vuelta, dándome la espalda. Yo me levanto y me asomo por esta. - ¿Te has enfadado? - él asiente con la cabeza, haciendo pucheros como un niño pequeño. Yo me río. - Que tonto que eres. - le doy la vuelta, haciendo que quede boca arriba y apoyo mi cara en su pecho, dándole besitos. - No te enfades, rey.

- Es imposible enfadarme contigo. - me coge la barbilla y me besa.- Buenas noches. 

- Te quiero más.



 




jueves, 11 de octubre de 2012

One love. Capítulo dieciocho.


                             Narras tú.   
- Pensaba que no ibas a venir. - dice, ya serios los dos.

- Pues aquí estoy.

- Ya te veo. -  dice sonriendome.- ¿y por qué has venido?

- Si quieres me voy ¡eh! - digo bromeando, él niega con la cabeza.- Pues no sé, me aburría en casa.- "mentira, he venido por ti" pienso.

- Ah, bueno pues...

- ¿y tú? ¿por qué has venido? - digo sin dejarle terminar. Él me mira y traga saliva.

 -Pues, porque hacía mucho que no iba a una fiesta y bueno, ¿por qué no? - yo le miro, intentando no parecer decepcionada.

- Ah.

- Y bueno...- él mira hacia la gente.- Ryan me había dicho que ibas a venir, y tenía ganas de verte. -dice girando su cabeza, mirandome a mi, sonriendo. Yo suspiro y se me escapa una pequeña sonrisa.

- Pues aquí me tienes.- digo sonriendole. Silencio. Otra vez ese típico silencio en el que nadie sabe qué decir.

- Bueno...- decimos los dos a la vez, cosa que hace que riamos.

- _____ (tu nombre), al final has venido. Te dije que me llamaras si lo hacías.- oímos una voz detrás nuestra, nos damos los dos la espada y ahí está Sean.

- Ah, si... pero es que ha sido una idea de última hora y tampoco quería molestar, ya sabes.

- Si ya sabes que a mi no me molestas nunca. - dice pasando su brazo por mis hombros, y estrujándome contra él. Noto como Justin se tensa, pasa su mano por la barbilla mientras mira a otro lado.- Bueno, ¿qué hacías? - dice abrazándome más, haciendo que esté incómoda, como Justin.

- Estaba hablando con Justin. - digo intentando separarme de él. 

- Ah, con Justin...¿después de lo que te ha hecho? - al oir estas palabras, Justin gira bruscamente su cara hacia Sean, y le mira con odio. Yo estoy muy incómoda.

- Lo que me haya hecho o no, no es tu problema. - digo intentando quitar su brazo, pero él se resiste.

- Sólo lo hago, porque no confío en él, y se que va a volver a hacerte daño. - Justin se está resistiendo por no partirle la cara, lo noto. Tiene sus labios apretados. Yo suspiro.

- Quita.- digo ya seria, intentando quitar su brazo de encima mía.

- ¿Qué pasa?

- Que me molestas, quita el brazo, por favor. - digo ya harta.

- No entiendo por qué.- dice abrazándome más fuerte. Justin no aguanta más, y explota. Le da un manotazo en su brazo, haciendo que caiga de mis brazos.

- ¡Te ha dicho que la dejes en paz! ¡Pesado! ¡Qué eres un puto pesado! - dice Justin

- Uh, el apostador compulsivo se enfada. - dice Sean encarándose a Justin. Esto va a acabar mal, lo sé. 

- Te recuerdo que no fui el único que apostó. - dice Justin, rojo de la rabia, apretando los puños.

- Ya, pero fuistes el único que jodió todo. - nada más decir eso, Justin levanta su puño y lo estampa con la cara de Sean. Este, sorprendido, le devuelve el golpe, iniciando así, una pelea. La gente se va acercando y les anima a seguir peleándose. Yo lloro y grito, diciéndoles que parasen.

- ¡Justin! ¡Sean! ¡Parad ya, por favor! - grito, pero nada. No se me oye. Veo que alguien está agarrando a Justin, y ese alguien es Ryan. Otro amigo de Sean, agarra a este. Pero los dos siguen insultandose y diciendo que les soltasen.

- ¡QUÉ ME DEJÉIS, QUE LE VOY A PARTIR LA BOCA AL GILIPOLLAS ESE! - Oigo la voz de Justin. 

- ¿¡QUÉ ME VAS A HACER, EH!? ¡BARBIE RUBIA DE MIERDA! - reconozco esta ves a Sean. Siguen insultandose mutuamente, hasta que reacciono. Están a pocos metros entre ellos, así que yo me pongo en medio, dándole la espalda a Sean y poniendo mis manos en el pecho de Justin. Ambos están sangrando, si no es la ceja, es el labio, y si no es el labio, es la nariz.

- Por favor, dejadlo ya.- él me mira, serio. Respira exagerado unas cuantas veces para calmarse. Sean sigue insultando. Justin cierra los ojos, yo le digo a Ryan que lo suelte y lo cojo de la mano, sacándole de esa casa. Le arrastro de la mano, hasta que llegamos a un parque en el que no hay nadie, lógico, son las 11:55 de la noche. Él se sienta en un banco, pero sin soltarme la mano, yo estoy frente a él, de pie, mirándole. - estás fatal, tienes la cara...fatal.

- Vaya, gracias. -dice él intentando reir.  Él mira nuestras manos entrelazadas y luego me mira a mi, yo me sonrojo y bajo la mirada.

- No me refiero a eso, ya lo sabes. - digo sentándome a su lado.- ¿te encuentras bien? - digo mirándole preocupada, él suspira.

- Si, tranquila.

- Tendrías que curarte esas heridas. - digo pasando mi mano por su ceja.

- Luego me las curo en casa...

- Se te van a infectar.

- Ya, pero tengo que esperar a que llegue mi madre, yo no sé curármelas, y está en casa de una amiga de Ottawa. 

- Puedo curartelas yo, si quieres.- él me mira y sonríe como puede.

- Si no te importa...

- Claro que no, venga, vamos. - nos levantamos del banco y caminamos hasta su casa, en silencio. Esta vez sin ir agarrados de la mano. Su casa queda cerca, así que no tardamos ni 5 minutos en llegar. Él mete la llave en la cerradura y abre la puerta, dejándome pasar a mi primero. Entro y enciendo la luz.

- Ve a mi habitación si quieres, ahora llevo el botiquín.- dice yendo a otra sala. Yo susurro un "vale", subo las escaleras y entro en su cuarto. Me siento en su cama y empiezo a mirarlo todo, me doy cuenta de que tiene un corcho con algunas fotos y frases colgadas. Me levanto para verlas. Había fotos de él con Ryan riéndose, con Chaz, con su equipo de fútbol, él de pequeño con su abuelo...y encima del todo, hay fotos en las que salgo yo, con él. Fotos como estas, http://24.media.tumblr.com/tumblr_lzet31WmAl1qcpguio1_500.jpg , http://25.media.tumblr.com/tumblr_mbi4gdtj261r51by8o1_500.jpg , http://25.media.tumblr.com/tumblr_m2dodx9R2c1ro7jdfo1_250.jpg  y esta http://25.media.tumblr.com/tumblr_m3obglsMMr1r3x8tjo1_500.jpg y debajo una frase. "Lo mejor que me ha pasado". Sonrío mientras paso la yema de mis dedos por las fotos.

- Esto es todo, creo.- oigo su voz, entrando en la habitación. Yo me doy la vuelta y le miro sonriendo, él sube su mirada y me mira como "¿qué la pasa a esta?". - ¿Pasa algo? 

- No, no, no pasa nada. - digo acercándome a él sonriendo.- Bueno, sientate, que te curo.

Él me hace caso y se sienta en la cama, yo me pongo de rodillas en el suelo, él abre sus piernas y yo me meto "dentro" de estas, para poder estar más cerca y curarle. Mojo agua oxigenada en un trozo de algodón y lo acerco poco a poco a su ceja. Él se va alejando.

- ¡Justin! Si te quitas, no te puedo curar. -digo riendo, haciendo que él se contagie.

- Vale, vale, lo siento, ya paro.- aprovecho que está distraido y pego rapidamente el trozo de algodón en su ceja. Él cierra los ojos y gruñe.- Eso, no, vale. - dice lentamente. Yo río otra vez. Después de un rato, termino de curarle, dejo todo en una silla que hay cerca, pero sin cambiar de posición. Él me mira y yo le miro a él. Apoyo mis brazos en sus piernas y sonrío.

- Gracias. - dice Justin colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja. Yo miro hacia abajo.

- Es una tontería. - digo yo.

- Para mi no. - noto la mano de Justin en mi barbilla, que la sube, haciendo que nuestras miradas se encuentren. Él suspira.- Lo siento mucho. Siento todo esto que ha pasado.

- Justin, dejalo.- digo yo desviando la mirada, pero él vuelve a hacer que le mire.

- No, no lo puedo dejar. No sé en qué estaba pensando cuando aposté eso ¿vale? joder, he cambiado, y lo sabes. En ese momento ni si quiera estábamos juntos. Pero aún así, me moría por ti. Eres la única chica que me ha demostrado que yo también puedo sentir, que no soy de piedra. No soy como las típicas personas sin sentimientos, que no le importan nada, esa era mi imagen, pero tú, tú _____(tu nombre), has hecho que cambie completamente. - iba a hablar pero él me interrumpe. - Si pudiera cambiar lo que hice, créeme que lo haría. Es más, si se pudiera hacer eso, te habría ido a buscar a Los Ángeles sólo para conocerte. Joder, Sean lo tenía todo planeado, él sabía que tú me gustabas muchísimo, y que por mi puto orgullo no me "ablandaría", por así decirlo. Pero ahora me ablando, me ablando todas las veces que hagan falta, sólo si es por ti. Es que...Dios, estas dos semanas han sido las peores de mi vida, nunca había llorado por una chica, en cambio, todas las noches lloraba por ti. Nunca me había pasado horas y horas pensando en lo inútil que soy por joderlo todo. Nunca había tenido que estar Ryan animandome tanto porque no quería ni salir de casa por si te veía con Sean. Joder, que no sé si a ti te pasará lo mismo, o no, o ya me has olvidado o nunca me has querido, o si me sigues queriendo...no sé. Pero sé que estoy enamorado de ti. Que tú eres esa persona que necesitaba mi vida para dar un giro de la hostia, y tú lo has conseguido. Y bueno, no sé que más decirte. Cuando estábamos en la fiesta y oigo tu voz con ese "Te he dicho mil veces que fumar es malo" - dice poniendo voz de pito.- fue como si todo mi cuerpo reaccionara, como si todos los problemas se fueran, como si no hubiera pasado nada. Joder, te necesito. Te necesito demasiado. - dice agachando la cabeza y colocándola entre sus manos.

- Justin, yo te necesito más que a nada. - digo agarrando su cara con mis manos y acercándo mi cara a la suya. Una vez que nuestros labios se rozan, le digo una frase que había visto hace pocos minutos, y que me había llenado.- eres lo mejor que me ha pasado.- y él termina cortando la distancia, besandome. En un beso en el que ambos demostramos lo mucho que nos necesitábamos.




domingo, 7 de octubre de 2012

One love. Capítulo diecisiete.




                           Narras tú. 

Me sentía fatal, como una mierda. Encima me viene echando en cara que le engaño ¿qué le engaño yo? Venga ya, si es que es de chiste. Aparte de sentirme una mierda, me siento engañada, utilizada, humillada y más sinónimos de estas palabras. 

Al llegar a casa, me doy cuenta de que mi madre todavía no ha llegado. Me voy directa a mi habitación y me tumbo a llorar. No sé hacer otra cosa. Quiero volverme a Los Ángeles, antes todo iba bien, tenía una vida tranquila. Ahora no, ahora todo es...todo es...diferente. Y no me gusta lo diferente. Lo tengo claro, en cuanto tenga ahorrado dinero, me voy, me voy a vivir a casa de mis tíos, que siguen allí.

Enciendo el ordenador, no tengo nada que hacer. Estoy un rato en el facebook y en el twitter, poniendo tweets depresivos, hasta que oigo el timbre de la puerta. 'Será mi madre' pienso. Bajo las escaleras y abro la puerta sin pensar. ¿Y quién está ahí? Si, está Justin. Cierro la puerta otra vez y oigo su voz.

- Por favor, ábreme, ___(tu nombre). - dice él con su voz ronca. Yo ya estoy llorando, otra vez.

- Vete. -digo como puedo.

- Necesito explicarte todo, joder. Te necesito. 

- Justin, no te quiero ver ¿vale? vete, vete de una vez.- oigo como suspira.

- Por favor, ____(tu nombre), sólo un minuto. - no contesto, me pienso mi respuesta.

- No mereces ni eso. - me resbalo sobre la puerta, quedando sentada con la cabeza entre las piernas.  

- Me voy a quedar aquí hasta que abras. 

- Pues no pienso abrir, asi que ya ves tú. - pasa un rato, todo sigue igual. Pienso que ya se habrá ido, así que abro la puerta, pero no, sigue ahí. Y entra en mi casa, aprovechando que está abierta la puerta.

- No me voy a ir de aquí hasta que no hablemos. 

- No tenemos nada de que hablar. -digo mirando al suelo.

- Si, tengo que explicarte todo, joder. - dice él acercándose a mi. Yo me separo rápidamente.

- Justin, vete.

- No.

- Que te vayas.- repito otra vez con la voz rota.

- No.

- ¡Qué te vayas de una puta vez! ¡Qué no te quiero ver más en mi vida! - digo ya gritando, mientras las lágrimas empiezan a salir de manera exagerada. Me tapo la cara con las manos y me doy la vuelta, quedando de espaldas a él. Noto unos brazos que me rodean. Me está abrazando, yo me doy la vuelta y escondo mi cabeza en su pecho. Me da igual que sea él o cualquier otra persona. Sólo necesito un abrazo.

- Lo siento. - susurra mientras me da un beso en la cabeza. Yo me separo de él, todavía con lágrimas en los ojos.

- Vete, por favor. - Él asiente y se dirige a la puerta, pero cuando está a punto de salir, se da la vuelta y me mira.

- Te quiero. - yo le miro seriamente, él se da la vuelta y se va, cerrando la puerta. Me siento en las escaleras y ¿sabéis que hago? Exacto, llorar.

**

Ya han pasado dos semanas. Todo ha cambiado, ya no me voy con los chicos, no quiero estar con él. Con Kaila y Claudia, voy a veces, ya que Kaila es novia de Chaz y quiere estar con él, y Claudia ha admitido que le gusta Ryan "sólo un poquito", como dice ella. Así que, estoy practicamente sola. Sean siempre intenta hacerme sonreir, y se lo agradezco mucho la verdad, porque lo consigue. Hoy es viernes, ¿mi plan? quedarme en casa viendo la tele, como todos los días.

Llego al insituto y están los chicos, todos menos Justin, en la puerta, les miro y les saludo levantando la cabeza, pasando de largo.

- ¡Hey, ____(tu nombre)! - me llaman, reconozco que es Ryan. Me doy la vuelta y le miro, esperando a que me dijera lo que quería.- Hoy hay una fiesta en casa de Aston, ¿por qué no te vienes? - dice sonriendo, Ryan era con el que mejor me llevaba.

- No sé, no tengo muchas ganas la verdad. -digo suspirando.

- ¡Oh, venga! Vente anda. - dice Chaz haciendo pucheros, yo río.

- Bueno, no sé. Ya veré.

- Te esperamos ahí ¡eh! -dice Christian sonriendo. Yo hago lo mismo.

- Vale vale, no me matéis. - digo riendo, veo a Justin al fondo, viniendo hacia aquí. - Bueno chicos, me voy, nos vemos luego. - digo mientras me alejo y me voy a mi clase. No hay nadie, me siento y me pongo con el iPhone. Estoy hablando con mis amigos de Los Ángeles. Oigo una tos falsa, levanto la mirada y está Sean. Le sonrío.

- ¿Qué haces aquí sola? - dice sentándose en la mesa de al lado.

- No sé si sabes que dentro de 5 minutos empieza la clase. 

- Si, lo sé, pero nadie entra hasta que suena el timbre.

- Bueno, no tengo otra cosa que hacer. - él suspira. 

- ¿Has hablado con tus tíos? 

- Sí, dicen que lo tienen que pensar, pero que tengo que estar muy segura. - Sí, había hablado con mis tíos para ver si me podía ir a vivir con ellos. Ya no aguantaba más toda esta mierda.

- ¿Estás segura?

- No, pero es lo mejor, creo. - Suena el timbre. 

- Bueno fea, me voy a mi clase, en el recreo espérame en tu puerta, que paso a por ti. - me da un beso en la mejilla y se va. Nada más salir de clase, veo que está Justin, mirándome con expresión seria. Aparto mi mirada y la dirijo otra vez al móvil. Empieza a entrar la gente, guardo el móvil y presto atención a la clase.

**

Ir o no ir, esa es la cuestión. La fiesta empieza a las 22:00, y son las 20:00, no sé que hacer. Por una parte quiero ir, salir y despejarme. Por otra no, seguramente esté Justin. Ag, no sé que hacer. Llaman al móvil.

- ¿Diga?

- ____(tu nombre),  soy Sean, ¿vas a ir a la fiesta?

- No sé, la verdad es que no quiero encontrarme con él.

- Te entiendo...bueno, yo voy a ir, asi que si al final te animas, me llamas y voy a buscarte ¿vale?

- Vale, muchas gracias.

- De nada, hasta luego, un beso.

- Adiós Sean, otro para ti.


Decido no ir, además, entre tanto pensar, ya se han hecho las 21:30, llegaría mal de tiempo.  

Pasaba el tiempo y yo estaba super aburrida, ya era las 22:30. Cada día lo tengo más claro, me quiero volver a Los Ángeles. Allí no me aburría ni un solo día, tenía miles de amigos y amigas, alomejor de verdad sólo eran 3 o 4, pero el resto me hacía reir. Estaba viendo la tele mientras comía un bocadillo, cuando sonó un mensaje de mi móvil. Era Ryan.

"Mira quién no para de buscarte, te está esperando, venga, ven."

Y salía una foto de Justin apoyado en una barandilla, mirando a la nada. Un suspiro, dos suspiros, tres lágrimas y una sonrisa. Voy a ir, no voy a volver con Justin ni nada de eso, pero necesito verle, a la mierda.

Abro el armario, y saco esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=60413685&.locale=es . Me maquillo, me aliso el pelo y me hago tirabuzones. 

- ¡Mamá! Voy a salir ¿vale?

- ¿A estas horas? 

- Por favor, mira, que ya me he pintado y todo, anda.

- Bueno vale, no vengas muy tarde anda.

- Vale, gracias.- la doy un beso en la mejilla y salgo de casa.

La casa del tal Aston no está lejos, sólo tengo que andar 5 o 10 minutos. Ya veo la casa, las luces, oigo la música, el ruido. Me pongo nerviosa. Sigo andando. Llego y en la puerta está Ryan, que me mira y abre los ojos.

- Vaaaaaaaya, estás preciosa. - dice dándome dos besos.

- Gracias, Ryan. - digo sonriendo. 

- ¿Has venido por mi mensaje? - dice con una sonrisa pícara.

- En parte si, y en parte no.

- ¿Cómo?

- Que voy a hablar con él, pero no tengo pensado volver con él. 

- Ya, eso dices ahora. Me apuesto a que en una hora ya estáis 'Ay mi Justin, cómo te quiero'.

- Eres idiota.- digo riendo.

- No, ahora fuera de bromas, Justin está fatal. Cada vez que te ve con Sean, se muere. No sonríe, y ha venido a la fiesta porque le he dicho que vendrías, si no, tampoco habría venido. - yo suspiro. - ¿le sigues queriendo? Porque él nunca se había enamorado de nadie, hasta que te conoció.

- Claro, claro que le sigo queriendo. Pero no es tan fácil.

- Claro que lo es, lo que pasa que os empeñáis en complicarlo. Venga anda, entra ahí, que se le va a caer la baba, y no sólo a Justin.

- Vamos los dos. - le agarro del brazo y entramos. Veo a Justin, está igual que en la foto que me ha mandado Ryan, pero con un vaso en la mano y un cigarro en la otra. Yo suspiro. Ryan me mira. 

- Venga, a por él, leona.

- ¿Leona? - digo riendo.

- Leona, tigresa, puma... lo que sea, pero ir a reconciliaros ya, pesados.

Me separo de Ryan y me acerco poco a poco a Justin. Él sigue en la barandilla, apoyado. Yo me coloco a su lado, mirando a la nada también. No se da cuenta de mi presencia, hasta que decido decir algo.

- Te he dicho mil veces que fumar es malo. - digo sin mirarle. Noto como él gira su cabeza y me mira. Le miro.

- Hola. - dice él, serio, mirándome directamente a los ojos. Yo suspiro y vuelvo a mirar a la nada. Él suspira también y hace lo mismo que yo.- estás preciosa.- dice, yo sonrío levemente y giro mi cara hacia el lado contrario de Justin, sonrojada.

- Gracias.- digo volviendo a la posición inicial.

- ¿qué tal todo? - dice mirandome.

- Lo dices como si no nos hubieramos visto en meses.

- Para mi ha sido como años. Bueno, ¿qué tal?

- No sé. ¿Y tú?

- Tampoco lo sé. ¿Y con Sean? Veo que váis muy bien ¿no? - dice volviendo a mirar al frente.

- Sean es mi amigo.

- Ya.- dice Justin por lo bajo.

- Mira, cree lo que quieras ¿vale? había venido para hablar contigo, pero veo que no estás de humor.- me doy la vuelta para irme, pero noto una mano agarrándome del brazo, haciendo que vuelva al mismo sitio de antes. 

- Lo siento. - yo niego con la cabeza.

- No importa.

- En serio, estás increíble esta noche. Bueno, esta noche y siempre ya sabes, pero esta noche sobre todo, que los demás días también...- iba a seguir hablando, estaba nervioso, lo notaba.

- Vale, ya, lo he entendido. - digo riendo. Él ríe conmigo. Tira el cigarro al suelo y lo pisa. 


___________________________________

Vale, este si que no es nada interesante, lo siento. No he subido maratón porque ni siquiera llegó a los 15 comentarios, recomendadla porfavor. Si esto sigue así, lo más probable es que suspenda la novela, así que, por favor lo pido, recomendadla y enviadla y yo que sé. 

Intentaré subir esta semana. ¡OS QUIEEEEEEEEEEEEERO!
Ah, si tenéis ideas o algo así, soy todo oídos. 


martes, 2 de octubre de 2012

One love. Capítulo dieciseis.





                           Narras tú.

Me despierto a las 9 de la mañana, un sábado. Apenas he dormido, no he parado de darle vueltas a todo esto. ¿Se apostaron el qué? ¿y si Justin está conmigo sólo por esa tal "apuesta"? ¿Y si está jugando conmigo? ¿Y si se está riendo de mi? Hay tantos "¿y si..?", que ya no se ni que pensar. Encima, no puedo salir en todo el fin de semana. Bajo a desayunar. No hay nadie, y veo una nota en la encimera "Papá está trabajando y yo me he ido a casa de una compañera. Te quiere, mamá.

Cojo una magdalena y un batido de chocolate, hoy voy a cambiar el menú. Río por ese pensamiento tan tonto y me tiro en el sofá mientras busco el mando por los cojines. Una vez que lo encuentro, empiezo a pasar canales, hasta que llego a uno en dónde echan una película. Me aburría, asi que subí a mi habitación a hacer los deberes y así quitármelos.

Llevaba ya un buen rato con matemáticas, y cuando estaba terminando, llamaron al teléfono de casa, que estaba en el salón. Salí corriendo escaleras abajo, intentando no partirme la cabeza, y coger el teléfono.

- ¿Diga?

- Cielo, soy yo. - Mi madre.

- Ah, hola. Estaba haciendo deberes,¿pasa algo?

- No, no, era para ver si estabas despierta. Ah bueno, y que voy a ir a un restaurante a comer con mi amiga, ¿quieres venir?

- No, da igual. Me hago cualquier cosa.

- Vale, pues no sé a qué hora llegaré, porque alomejor nos vamos luego al centro comercial, asi que no sé. Si quieres algo me llamas ¿vale?

- Vale. 

- Bueno, pues eso, adiós, te quiero.

- Y yo. -cuelgo el teléfono y lo tiro por el sofá.

Osea, si salgo a dar una vuelta, nadie se va a enterar ¿no? Necesito despejarme. Voy a mi habitación, otra vez, y abro el armario. Dudo en qué ponerme, ya que no hace un frío polar, pero tampoco calor, ni mucho menos. Al final elijo esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=59995542&.locale=es y con una camiseta de tirantes debajo. Cogí las llaves y el iPhone y salí de casa. No sabía muy bien hacia dónde estaba yendo, sólo andaba. 

Me aburría sóla, asi que llamé a Claudia, para hablar con ella. Me dijo que ahora no tenía nada que hacer, que en 5 minutos quedábamos en las canchas, yo acepté. Iba camino a las canchas, y allí la vi. Claro, ella vive en un edificio al lado de estas, no tarda nada.

- ¡Hey, hola! - dice ella alegre, acercándose a mi.

- ¡Hola! - digo dándola un abrazo.

- ¿Qué tal? - dice ella mientras andamos hacia el banco de siempre.

- Bueno, bien. Pero no puedo parar de comerme la cabeza.

- ¿Y eso? ¿pasa algo con Justin?

- Sí y no, osea, no sé. - digo suspirando. La cuento la conversación de ayer con Sean, y ella se queda sorprendida.

- Alomejor se lo ha inventado. Ya te dijo Justin que Sean estaba detrás de ti.

- No sé, no creo que se invente algo así.

- Habla con Justin, preguntaselo.

- Si le digo a Justin "oye Justin, ¿has apostado algo en lo que yo tenga que ver?" me va a decir que no, obviamente.

- Pues pregunta a Sean, aunque te arriesgas a que te mienta.

- Primero le pregunto a Sean, y luego hablo con Justin. Alomejor no es nada malo ¿no?

- Claro que no, no todo tiene que ser malo.

- Ya...- saco el móvil, es la 1 del mediodía. - Bueno, me voy a casa ya, si pasa algo te llamo.- digo levantándome del banco, haciendo que ella me imite.

- Más te vale. Hasta el lunes, porque sigues castigada ¿no?

- Si, supuestamente. -digo riendo. Me acerco a ella y la doy un beso en la mejilla.- adiós, y gracias.

- No las des, tonta.- dice alejándose. Me doy la vuelta y ando dirección a casa. 

Me pongo los auriculares mientras voy viendo twitter. Sin darme cuenta, me choco con alguien, haciendo que me caiga de culo. Levanto la mirada y ahí está él, riendose.

- No ibas distraída, no, que va. -dice dándome la mano para levantarme.

- Eres idiota. - digo impulsandome. Él me agarra de la cintura y me da un beso en los labios.

- ¿No estabas castigada? - dice ya separandose de mi, y andando a mi lado.

- Si, pero no había nadie en casa y he salido a dar una vuelta.

- Ah, gracias por avisarme. - dice mirándome divertido.

- Tonto, necesitaba estar sola, si no te habría llamado, lo sabes. - su rostro cambió de divertido a serio, preocupado.

- ¿Sola? ¿por qué? ¿ha pasado algo?

- No, no, que va. - dije negando con la cabeza.- necesitaba despejarme, eso es todo.- le dije sonriendo.

- ¿Segura?

- Si. - ya habíamos llegado a casa. - Bueno, hasta el lunes.

- ¿No quieres que quedemos esta tarde?- dice agarrandome de la cintura, otra vez. - un ratito solo.

- No puedo Justin. Tengo cosas que hacer. - digo separándome de él. 

- ¿cosas? ¿No estabas castigada? 

- Ya, pero es urgente. - no sé por qué me estaba comportando así, como 'distante', y él lo estaba notando.

- Te pasa algo. Puedes contármelo.

- Justin, no me pasa nada ¿vale? Tengo que irme. - me doy la vuelta para abrir la puerta, pero el me agarra del brazo y me da la vuelta.

- Yo he confiado en ti, ____(tu nombre).

- Justin, que no me pasa nada, en serio. Si todo sale bien, te llamo esta tarde ¿vale? - digo intentando sonreir.

- Pero ¿ves? ¿el qué tiene que salir bien? 

- Justin, luego te lo explico ¿vale? tengo que irme. - le doy un pico y me voy. 

Entro en casa, me siento mal. Le he dejado ahí afuera al pobre...pero joder, necesito saber qué es eso de la apuesta. Enciendo el ordenador y me contecto al Facebook. Veo si Sean está conectado y lo está.

Yo: Sean, ¿puedes quedar esta tarde? necesito que me expliques todo.

Sean: Claro, por mi perfecto jaja.

Yo: Si, ya...¿dónde y a qué hora?

Sean: ¿En la puerta del insituto a las...seis?

Yo: Vale, adiós.

Sean: hasta luego ;)

Pasan las horas, hasta que son las 5:30 y mi madre todavía no está. La llamo por si acaso y la pido permiso para salir media hora. 

- Oh, vamos, mamá, es para pedir unos apuntes. Ya, que vale. No tardo. A las 7 en casa, entendido. Gracias, adiós, te quiero.

Me vuelvo a poner la ropa de antes y salgo en dirección al colegio. Llego y ahí está Sean.

- Hola. - digo tímida.

- Hola, _____(tu nombre). - dice él, para nada tímido. 

- Bueno, venga, dime eso tan importante. Llevo todo el día comiendome la cabeza. 

- ¿Vamos a las canchas? 

- Bueno, vale. 

Vamos andando, mientras hablamos de cosas del instituto. Bueno, más bien habla él, yo estoy de los nervios. Llegamos por fin, y nos sentamos en la hierba. 

- Por favor, al grano. - él suspira.

- A ver, el otro día... es que. - se echa el pelo para atrás con las manos. - No sé como decirlo.

- Joder, dilo ya Sean, me estás matando. - digo con una risa nerviosa.

- Justin y yo hicimos una apuesta. 

- Ya, eso ya me lo dijistes, pero, ¿sobre qué? - él dijo algo, que apenas entendí.

- Y eso. No es tan malo ¿no?

- ¿Qué has dicho? Si lo dices susurrando y a toda hostia, no te entiendo. - ya me estaba enfadando.

- Joder, que nos apostamos quien conseguía hacerlo contigo antes. - vale, había sido demasiado claro. Yo me quedé en shock, mirando al suelo.

- ¿Co,co,cómo?

- El que lograse llevarte a la cama primero, podía "humillar", por así decirlo, al otro. Lo siento.

- Osea, que sólo está conmigo...por... ¿por eso? ¿por una jodida apuesta?

- Más o menos.

- No, más o menos no. ¡Está conmigo por eso! Es Justin Bieber, por favor, ¿cómo va a permitirse perder una apuesta? Oh no, antes utiliza los sentimientos de los demás. 

- No tiene por qué ser eso. - yo me levanto del suelo. 

- ¡CLARO QUE ES ESO! Joder.-  digo yéndome de ahí, llorando, como nunca antes lo había hecho. Más tonta soy yo, por creerme toda esa mierda. Noto como él viene detrás mía.

- Eh, ____(tu nombre), ¿puedes parar un momento, joder? - le hago caso, y me doy la vuelta, para mirarle, mientras me quito las lágrimas de los ojos.

- ¿Qué? - digo con apenas voz.

- Alomejor él ya se ha olvidado de la apuesta y te quiere de verdad.

- Sean, ya me lo dijistes tú, es Justin Bieber, no puedo esperar nada de él. - él se acerca a mi y me abraza. 

- ¿Estás bien? - yo, con mi cabeza en su pecho, niego.- Lo siento mucho.

- Tú no tienes la culpa de nada. - digo separándome de él, debido a un grito.


                             Narra Justin.

No sabía que hacer, me aburría. Quería verla, quería estar con ella. Pero no sé qué coño la pasa. Estaba rara, como distante. Me ha dicho que alomejor podía quedar esta tarde, si todo salía bien. Y yo no sé el que tiene que salir "bien", pero me estoy haciendo demasiadas historias.

Llamo a Ryan para ver si se quiere venir a dar una vuelta.

- ¿Diga? -dice mi amigo al contestar al teléfono.

- Hola, putita. 

- Anda, pero si es mi rubia preferida. -dice con voz aguda, haciendo que yo ría.

- Bueno, que si te quieres venir a dar una vuelta, me aburro y necesito despejarme.

- Vale tío, me paso a por ti en... dame 10 minutos ¿Vale?

- Perfecto, hasta ahora.

- Adiós, bro.- cuelgo el teléfono y me tiro en el sofá, a ver la telenovela con mi madre. A los 10 minutos llaman a la puerta, gracias a Dios.

- Me voy, mamá, no sé a que hora vendré. - me acerco a ella y la doy un beso en la mejilla, y mientras me alejo, ella me avisa.

- No muy tarde, por favor, Justin. - la miro y asiento, abro la puerta de casa y ahí está Ryan.

- Por fin llegas, tío. Que coñazo.- una vez fuera, cierro la puerta y empezamos a andar.

- Coño, tendría que vestirme ¿no? 

- Ya, vestirte...-le digo mirando divertido.

- Jodido cerdo.- dice él riendo.- por cierto, ¿ya lo has hecho con ____(tu nombre)?

- ¡Eso es mi vida privada! -digo riendo.

- Ah bueno, perdone el atrevimiento, Mister Bieber. 

- Na, no, no lo hemos hecho.- él se para en seco y me mira. Le miro, y estalla en carcajadas.- Pues yo no le veo la gracia.

- Tío, ¿en serio? 

- En serio, con ella no tengo prisa.

- Joder, si que te ha dado ¿no?

- No sé, tío, no sé. - llegamos a las canchas y veo a dos personas en el césped, sentados. Lo curioso, es que ella me suena, aun que está de espaldas. Y él, él también me suena.

- Oye ¿ese no es Sean? - pregunta mi amigo.

- Creo que si, pero ¿quién es ella? - Ryan me agarra repentinamente de los hombros, haciendo que quede a espaldas de ellos. - ¿Qué coño haces, tío? - digo intentando separarme de él.

- No, nada. Mejor vámonos a otro sitio. ¿No te apetece un Kebap? A mi si, vamos.- dice empujando. 

- Tío, que no, nos quedamos aquí y tiramos unos tiros a canasta. -digo intentando darme la vuelta. - Encima, quiero saber con quién está Sean.

- ¿Sean? ¿Quién es Sean? No me suena de nada, vamos a por un kebap y luego venimos, venga. - dice tirando de mi.

- Tío, ¿qué dices? ¿te pasa algo? - consigo darme la vuelta, por fin. Miro a donde estaba Sean con la chica, intento averiguar quien es. Espera, ese jersey, ese pantalón, ese gorro...no. Eso lo llevaba esta mañana ____(tu nombre). Pero no puede ser ella. - Eh, Ryan. - llamo a este, que estaba mirando al suelo.

- ¿Qué? - dice rápido y sin mirarme a la cara.

- La chica, la chica que está con Sean, ¿es ella? Osea, quiero decir, es ella. Es  ____(tu nombre).

- Que va, seguro que no. - los dos miramos atentos la escena. No quiero pensar nada malo, pero no lo puedo evitar. ¿Me está engañando con Sean? No, no creo. Ella se levanta rapidamente y se aleja un metro. Él hace lo mismo y la llama, se da la vuelta y se abrazan. Un abrazo de esos que duran, ¿qué coño están haciendo? La sangre me hierve, apuesto lo que queráis que ahora estoy rojo de la rabia. Miro a Ryan, y salgo andando rápido hacia ellos. Ryan me llama, intentando pararme. 

- ¿¡ESTO ERA LO QUÉ TENÍAS QUE HACER!? ¿EN SERIO? ¿¡ESTAR CON OTRO!? POR ESO ESTABAS ASÍ ESTA MAÑANA. - digo gritándoles, a los dos. Todavía estoy a unos pocos metros, pero ellos se dan cuenta de mi presencia y me miran. En la mirada de ella, no noto lo que noto siempre, noto rabia, al igual que en la mía.

- Justin, tío, no es lo que parece. - dice Sean, que recibe un puñetazo mio nada más terminar.

- ¿NO ES LO QUÉ PARECE? ¿NO? VENGA YA. - le doy otro puñetazo. 

- ¿PUEDES PARAR YA, INÚTIL? - grita una voz más aguda, es ella. Paro y me doy la vuelta, quedando cara a cara con ella.

- ¿QUÉ COÑO TE PASA? ME PONES LOS CUERNOS Y ME LLAMAS INÚTIL, MUY MADURO POR TU PARTE. - la digo yo. Se nota que había estado llorando.

- PERDONA, PERO NO SOY YO LA QUE VA APOSTANDO POR AHÍ CON LOS SENTIMIENTOS DE LA GENTE, ERES UN CABRÓN, JUSTIN, UN JODIDO CABRÓN, NO QUIERO TENER NADA  QUE VER CONTIGO, NI HABLARTE, NI ESCUCHARTE, NI MIRARTE, NI NADA ¿ME OYES? . - me da una bofetada y sale corriendo. Yo me quedo ahí, quieto, de piedra. La apuesta, la maldita apuesta. Ya ni me acordaba, joder. Me doy la vuelta y veo a Sean, en el suelo. - ¿Se lo has contado? - digo con la voz rota, él asiente como puede.- Se lo has contado para joderme la vida, para que lo mio con ella se acabe ¿verdad?- él no dice nada. - eres un jodido maricón.

Noto una mano en mi hombro, me giro con la esperanza de que sea ella, pero no. Es Ryan.

- Tío, tranquilo. - me dice, no me había dado cuenta, pero estaba llorando, llevaba llorando desde que había empezado a gritar. Yo suspiro fuertemente. - ¿qué ha pasado?

- Me, me, me ha dejado. - digo con apenas voz, mi amigo se acerca a mi y me da un abrazo, lo necesitaba.- Sean le ha contado lo de la maldita apuesta.

- Ya verás como lo arregláis. Deja que se calmen las cosas y ya. - dice separandose.

- No tío, no. No has visto como me ha gritado, el odio y la rabia que desprendían sus ojos. Nunca la había visto así de mal. Y yo pensaba que me estaba engañando, joder, soy gilipollas.

- Justin, venga, vamos a tu casa, anda.

Me da unas palmaditas en el hombro y andamos hacia mi casa. En menos de 15 o 10 minutos, todo mi mundo se ha venido abajo. Lo sabía, sabía que la puta apuesta me iba a traer problemas, joder.