domingo, 30 de septiembre de 2012

One love. Capítulo quince.


                           Narras tú.

Era de los sitios más bonitos que había visto nunca. Era pura naturaleza, no había ni una caseta, ni un ruido. El único sonido que se oía era el del agua caer.

- Bueno, di algo ¿no? - dice Justin nervioso, abrazándome por la espalda.

- Es que, no sé ni que decir, es todo precioso, increíble. - digo girando mi cabeza, para mirarle.

- Aquí venía de pequeño con mi padre, pescábamos y hablábamos de todo un poco. De el colegio, el futuro, las chicas... 

- ¿Las chicas? - digo con tono de niña caprichosa, haciendo que él riera.

- Oh vamos, _____(tu nombre), la última vez que vine tenía 15 años. 

- ¿No habías vuelto desde entonces?

- No.

- ¿Por qué?

- Es una historia un poco aburrida. 

- Me traes aquí, ¿y no me cuentas la historia? - él rie en mi hombro, pero me doy la vuelta, rodeando su cuello con mis manos.-  No en serio, Justin, puedes confiar en mi si quieres.

- Ven. - me agarra la mano y se sienta debajo de un árbol, haciendo que yo me sentara entre sus piernas.- si te aburro me paras ¿vale?

- No me vas a aburrir, cielo.

- ¿Cómo me has llamado? - dice susurrando en mi oido.

- Cielo, y te lo llamaré las veces que haga falta, cielo, cielo, cielo. - digo riendo.

- Como tu quieras,  mi amor.

- Eso suena muy bien.

- ¿Mi amor? - asiento con la cabeza.-  Mi amor, mi amor, mi amor. Mi amor para siempre. - dice dándome un beso en el cuello.- Bueno, ¿te cuento la historia o no?

- Venga, si, que nos vamos del tema.-digo riendo mientras juego con nuestras manos.

- Bueno, pues a ver, como ya te he dicho, siempre venía con mi padre. Venir aquí me relajaba. Era como un escondite del mundo. No había problemas cuando venía a este lugar, nunca, me sentía libre, aislado. Pero luego volvía a casa, o al colegio, o a cualquier sitio y volvían los problemas. Cada vez me sentía más agobiado, no tenía tiempo para nada. Los exámenes, ir al lago, entrenar con el equipo de baloncesto...y luego llegó, llegó la enfermedad de mi abuelo por parte de padre. Con él también tenía una relación fuera de lo normal, no tanto como con mi abuelo Bruce, pero si. Fue un golpe durísimo. Rezaba todas las noches y a todas horas para que se recuperara. Pero no fue así, murió. 

- Justin, lo siento much...

- Déjame terminar. Después de eso, no tenía ganas de nada. ¿Para qué estudiar? ¿Para qué entrenar? ¿Para qué ser el típico príncipe azul? Si total, todo luego acabaría igual. A partir de ahí, empecé a salir. Ryan, Chaz y Christian me advertian, que eso no era lo correcto, que no lo echara todo a la mierda. Pero sudaba de ellos, yo solo quería disfrutar de la vida, aprovecharla, porque cuando menos te lo esperas, te la quitan. Y así he vivido, 3 años. Hasta ahora, que tengo 18. Que he conocido a una persona que me ha abierto los ojos. Que me ha ayudado a olvidarme de los problemas. Que me ha hecho volver aquí, en dónde se resume parte de mis problemas. Y esa persona eres tú, ____(tu nombre). - yo tenía lágrimas en los ojos, me di la vuelta, quedando a horcajadas.

- Eres increíble, Justin. - dije acercando mis labios a los suyos.

- Tú me haces serlo, mi amor.- dijo susurrando esto último y besándome. 

Y no sé como, pero como siempre,  nuestros besos van subiendo de intensidad. Creo que esta vez, ya sabemos lo que queremos y cuando. Yo 'creo' estar preparada para eso, pero con Justin, sé que lo estoy. Me da miedo hacerlo mal, hacerlo mal y que él se ría o me deje o se vaya con otra o...o...no sé, joder. Me como demasiado la cabeza.
A lo tonto a lo tonto, ya estamos los dos en ropa interior. Yo suspiro sobre sus labios, y él muerde mi labio inferior. Coloca sus manos en el borde de mi ropa interior, deseando que no le interrumpan como la última vez.

- Justin...- digo suspirando otra vez.

- Dime - dice dándome besos por el cuello.

- Yo..yo, no sé hacerlo. - él me se separa y me mira fijamente. Finalmente, se rie, cosa que a mi no me hace gracia.- eres idiota. -digo intentando quitarle de encima mía.

- No, no, lo siento, perdón. 

- Déjame, quita. - pero nada, no consigo quitarle de encima, ya que cuando logro apartarle un poco, vuelve a colocarse igual.

- Venga, es que me ha hecho gracia, eso sale solo, cielo.

- Bueno, pues ya. Pero ¿y si a mi no me sale? ¿qué?

- Pero si sabes hacer de todo, esto será igual. - dice sonriendo pícaro, haciendo que ría y que le de un puñetazo en el hombro. - No, ahora en serio, si no quieres, no pasa nada. Contigo no tengo prisa. 

Se separa de mi, y cuando se va a levantar, le agarro del cuello y le vuelvo a poner en la posición de antes.

- Lo siento. - y le beso suavemente, sin lengua.

- No pasa nada, mi amor. - se levanta y me da la mano para que yo haga lo mismo. - ¿te hace un bañito? 

- Ni de coña.

- Oh vamos, no seas así. 

- Justin, cariño mío, ¿no ves el frío que hace? 

- Y lo dice una chica que está ahora mismo en ropa interior. - no me acordaba. Mi cara se vuelve roja, muy roja. - y que encima ahora esta roja.- dice riendo. Me abraza por la cintura, haciendo que yo me acurruque en su pecho. Se mueve. Mis pies ya no tocan el suelo. No, no, no será capaz. 

- Oh no, Justin no. Para, ahora mismo. Aléjate de ese lago, huye. - el sólo se rie.- ¡JUSTIN BÁJAME AHORA MISMO! ¡Te lo digo totalmente en serio! ¡que pares! ¡eres idio- y no me da tiempo a acabar, ya que estoy en el agua, con él abrazandome. Salgo del agua, y él igual.

- Bu. - dice él.

- Eres, eres...eres tontísimo ¿sabes? - digo escupiéndole un chorro de agua.

- Y tu una aburrida. - dice colocando mis piernas alrededor de su cintura, haciendo que ponga mis brazos en su cuello y acerque mi cabeza a la suya.

- He de decir, que no querer meterse en el agua en pleno octubre no es de aburrida, si no de inteligente.

- Pues entonces no eres inteligente, porque estás dentro. - yo le miré como "te odio" y me reí, haciendo que nuestros labios se rozaran. 

- Gracias, tú tampoco eres nada inteligente.- él rie también. Yo estoy tiritando, él me abraza más fuerte, aleja mi cara de la suya y me mira a los ojos, serio, haciendo que me preocupe.

- Te quiero. - dice él. Me quedo petrificada. Nunca me habían dicho un 'te quiero' a los ojos. Él espera una respuesta, yo sólo sonrío como una idiota.

- Yo también te quiero, Justin. -digo juntando nuestros labios.

- Anda, vamos a casa, estás helada. 

- Si, por favor. - digo riendo. Salimos del agua, cogidos de la mano. Nos secamos un poco con mi chaqueta y nos vestimos.

- Toma. - dice Justin poniendo su sudadera encima mio.

- No, que te congelas.

- Y si no te congelas tú.

- Pero es tuya, asi que, la usas tú.

- Prefiero congelarme yo a que lo hagas tú. Venga tonta, yo no la voy a usar ¡eh!

- Mira que eres cabezota. - digo poniendome la sudadera, me da la mano y volvemos a nuestra zona. Llegamos a la puerta de mi casa. - Gracias por este día, me lo he pasado genial.

-  Gracias a ti, mi amor. - me acerco a él y le doy un beso. 

- Hasta mañana.

- Adiós.- dice dándose la vuelta y yéndose. Mierda, me acabo de acordar de que me he "escapado" de casa, no puedo entrar por la puerta tan normal y decir "hey mamá, ya estoy, que me había escapado por la ventana para ir con Justin". Joder.

- Justin, hey, espera.- él se da la vuelta, y me mira extrañado. 

- ¿Qué pasa?

- No puedo entrar por la puerte, me tienes que ayudar a subir por la ventana. - digo sonriendole como una niña pequeña.

- Anda, vamos. - dice él riendo mientras pasa su brazo por mis hombros. Llegamos a mi ventana. - A ver, apoya el pie ahí y yo te impulso. 

- Vale. - hago lo que él me dice, y pone mi mano en mi culo. - ¡JUSTIN! - digo haciendo que él ría.

- Te tendré que empujar ¿no? 

- Marrano. - digo susurrando. Me impulsa y me agarro a mi ventana, y entro a mi habitación. - Gracias -digo no muy alto.

- De nada, boba. Bueno, me voy a mi casa, te quiero, princesa. - dice sonriendo.

- Adiós, te quiero también, príncipe. - sonríe y se aleja. Yo me quedo ahí, mirándole y sonriendo. Todavía no me creo que esté con él.




Miro el reloj, son las 23:00, pues si que es tarde si. Me voy a dar una ducha caliente, tengo hasta la sangre congelada. Me meto en la ducha y agradezco que haya agua caliente, que gusto, madre mía. Después de media hora o así, me enrollo en la toalla y salgo a mi habitación, a ponerme el pijama. Enciendo el ordenador y me conecto al facebook. No pasa ni un segundo cuando ya me han hablado. "Justin" pienso, pero no, no es él.
  
Sean: Hola fea.

Yo: Holi

Sean: ¿Qué tal?

Yo: Bien, cansada pero bien.

Sean: Oye, dónde te has metido después del recreo

Yo: Me encontraba mal y me fui a casa.

Sean: ya, con Justin ¿no? 

Yo: Si...

Sean: ¿te lo ha dicho ya?

Yo: ¿el qué?

Sean: Lo de... bueno, ya sabes

Yo: No, no sé.

Sean: Bueno, pues mejor que te lo diga él.

Yo: ¿Pero el qué? - me estaba tocando ya las narices.

Sean: Prefiero que te lo diga él.

Yo: Joder, Sean, vete a la mierda.

Sean: Lo siento, es que si te lo digo yo, no me vas a creer.

Yo: Oh, venga.

Sean: Vale, bueno, pues Justin y yo nos apostamos

Yo: ¿qué? - Sean está escribiendo. Venga, más rápido. No contesta. Mierda, me doy cuenta de que se me ha ido internet. No, no, no. Ahora no. Después de casi media hora, lo arreglo. Me conecto rápido, pero él ya no está conectado. Cierro el ordenador con mala leche y me meto en la cama.

 ¿Qué coño me iba a decir? Joder. Pensando en todo, me quedo dormida. 

_________________________________

VALE, LO SIENTO, ESTE CAPÍTULO ES UNA MIERDA, PERO NO TENÍA INSPIRACIÓN. VOY A INTENTAR ESCRIBIR UNO ENTRE SEMANA, Y SUBIRLO EL MIÉRCOLES O EL JUEVES. PERO ESPERO TENER MÁS COMENTARIOS. 
SI RECOMENDÁIS LA NOVELA, ME HARÍAIS UN GRAAAAAAN FAVOR, EN SERIO. VENGA, SI ESTE CAPÍTULO LLEGA A LOS 20 COMENTARIOS, HAGO MARATÓN EL FIN DE SEMANA QUE VIENE, APARTE DE SUBIR UNO ENTRE SEMANA. PERO RECOMENDARLA POR FAVOR.

BUENO, MUCHAS GRACIAS POR LEERLA, SOIS AMOR. SI TENÉIS ALGUNA IDEA O ALGUNA QUEJA, DECIRMELO, EN SERIO. OS QUIEEEEEEERO.



sábado, 22 de septiembre de 2012

One love. Capítulo doce, trece y catorce.


                           Narras tú.

Suena el despertador. Por fin viernes, último día de la semana, último día de cárcel, digo, de clases. Me levanto de la cama, y voy a la ducha. Salgo y me visto { http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=59267599

Hoy no es un día como los anteriores, hoy es diferente. Hoy me he despertado siendo la novia de Justin. Pienso en eso y una sonrisa aparece en mi cara. Bajo a desayunar y estan mis padres.

- ¡Buenos días! - digo alegremente.

- Hola ¿y esa alegría? - dice mi padre riendo.

- Nada, que se ha hechado novio y no nos lo quiere decir. -dice mi madre.

- ¿¡Cómo!? ¿Mi pequeña con novio? 

- Que va, no tengo novio. - digo yo riendo mientras me como las galletas.

- Que mal mientes, hija. - dice mi madre. 

- Prefiero pensar que no tienes. -dice mi padre, dándose por rendido.- Me voy a trabajar, os quiero. - se levanta y se va.

- Yo también me voy, mamá. Hasta luego.- digo saliendo por la puerta de la cocina, pero me paro al oir la voz de mi madre, llamándome. Vuelvo a entrar, ella me mira seria, pero a la vez con una mirada de "te conozco, cuentame todo".

- A mi no me engañas, venga, cuentamelo. - dice sentándose en la silla.

- Mamá, voy a llegar tarde...

- Estás con un chico ¿a qué si? - dice sonriendo, haciendo que yo suspire, dándome por rendida.

- Si.

- ¡LO SABÍA! - Dice riendo y saltando.

- ¿Quién eres tú y qué has hecho con mi madre? - digo riendome. 

- ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿Estudia? ¿ Y su familia? ¿Tiene hermanos? - sigue preguntando hasta que la interrumpo.

- Mamá, respira. Es guapísimo. Se llama Justin. Tiene 18 años. Si, va a mi instituto. Su familia, pues bien supongo, y si, tiene dos hermanos pequeños. ¿Me puedo ir ya?

- Anda, corre que llegas tarde, luego me das detalles ¡eh! - salgo de la cocina. -¡ Invítale a comer!

- ¡Ni loca! - digo riendo mientras salgo de casa.


Voy super justa de tiempo, pero llegaré bien. Ando a paso ligero, hasta llegar a la puerta del instituto, donde está Justin mirando su móvil.

- Tss, tss. - le hago, haciendo que me mire y sonria.

- Pensaba que no ibas a venir. - dice poniendo sus manos en mi cintura y dándome un pico.

- Si te contara...- digo riendo en sus labios al recordar la escena de esta mañana con mi madre. Él se separa.

- Pues ahora me lo cuentas, ¿no? 

- Mi madre, me ha hecho un interrogatorio sobre ti. - digo riendo, él en cambio, estaba serio.- ¡Eh, Justin! Que es mi madre, no un ogro.

- No,no, no es por eso. Es porque, ¿qué la vas a decir? "Mi novio fuma, bebe, era un mujeriego y pasa de ir a clases cuando no le apetece".- dice poniendo voz de chica.

- ¿Has dicho "era mujeriego"? - digo sonriendo. 

- Pues claro, ahora sólo me hace falta una chica. 

- Ah, una chica. - digo subiendo una ceja.

- Tú, boba. - pongo mis brazos en su cuello y le beso.

- Y bueno, a mi madre la diré que tengo el mejor novio del mundo, que es increíble. - digo sobre sus labios.

- Gracias. - nos separamos, y él me da la mano para entrar a los pasillos del instituto.

- ¿Gracias?

- Si, muchas gracias.

- ¿Por qué?

- Ya lo entenderás.

- No, venga, dímelo. - digo sonriendo una vez que llegamos a mi clase. Nos quedamos en la puerta.

- Por nada y por todo.- suena el timbre.- Me voy a mi clase, fea. - se acerca a mi, rodeo su cuello con mis manos y nos besamos. No queremos separarnos, no podemos. 

- Siento interrumpir este apasionado beso, pero quiero dar clase. - dice una voz grave detrás 
 nuestra, yo me separo y miro avergonzada al suelo.

- Nos has cortado el rollo, tío. Si fuera por mi, la pondría en la mesa y ya sabes...- dice Justin dándole palmadas en la espalda al señor Gregorio, mi profesor de Matemáticas. Yo le doy un puñetazo flojo en el pecho mientras digo enfadada un "¡Justin, cochino!" - me refería a enseñarla mates de mi curso, mal pensados.

- Señor Bieber, váyase a su clase ¿o quiere ir directamente al despacho del director?

- Pues mira, me voy con mi ami..- yo le interrumpí antes de que la cagara.

- Ya se va a clase. ¿Verdad Justin?

- Mira como se preocupa por mi, que bonito el amor adolescente, ¿Verdad Grego? 

- ¡Justin, que te vayas! - digo ya mosqueada.

- Ya me voy, ya me voy. ¡Adiós chicos! - dice, pero antes de irse me da un pico.

- ¡Bieber! - dice mi profesor. Justin se aleja, y me mira a mi. - Usted, entre ya a clase o la suspendo. 

- Voy, voy.- entré en clase y me senté en mi sitio.


No había pasado más vergüenza delante de un profesor en mi vida. Repito, en mi vida. Justin está loco, me ha dejado mal delante de toda mi clase que miraba la escena y mi profesor de matemáticas, que es la asignatura que más me cuesta. Sonrío. Sonrío al pensar en que por una parte, a Justin no le ha dado vergüenza, que no se avergüenza de estar conmigo.

- Señorita ____(tu apellido). Sé que está muy enamorada, pero, ¿puede prestar atención en mi clase, por favor?

- Eh, si, si. Lo siento.


Por fin, toca el timbre del recreo. Espero a Justin en mi puerta, pero no aparece. Salen todos, sólo quedo yo ahí. Supongo que habrá salido antes con Ryan. Salgo por la puerta, y veo a todos, los chicos y las chicas, en el banco de siempre. Me acerco mirando mi móvil, ya que en los recreos nos permiten usarlo. Sin querer, choco con alguien.

- Ay, perdón. - digo mirando a ver quien era.

- No, perdón yo, no iba mirando. - dice sonriendo.

- Pero si iba yo con el móvil, es mi culpa. -digo riendo.

- Bueno, pues es culpa de los dos.- dice Sean contagiándose de mi risa.- ¿Qué tal todo? Hace mucho que no hablamos.

- Pues la verdad es que genial, ¿y tú?

- Pues bueno, tirando.

- ¿Y eso?

- No sé, tonterías supongo. - pongo mi mano en su brazo, ya que en su mirada se podía distinguir tristeza.

- Hey, ¿todo bien?

- Pues no. Nada va bien. 

- ¿Qué te pasa?

- Pues muchas cosas, entre ellas, que la chica que me gusta...- iba a seguir hablando, pero fue interrumpido por alguien.

                           Narra Justin.

Estaba esperando a ____(tu nombre) con los demás en el banco de siempre. Había salido ya todo el mundo menos ella. Espero que no la hayan regañado por lo de antes, en realidad ha sido divertido. Sigue sin salir. Ah espera, se abre la puerta lentamente, y sale ella empujándola para poderla abrir, yo me río suavemente, sin que nadie la note. La miro. Veo como viene hacia nosotros, me sonríe, saca el móvil y sigue andando. Espera, ¿qué hace Sean yendo hacia ella? Me pongo recto, para mirar mejor lo que pasa. Se chocan, más bien dicho, él se tira encima suya. Empiezan a hablar, ella ríe, él ríe. Joder, que se vaya. Joder, joder, joder. Creo que estos son mis primeros celos después de 18 años. Ella pone su mano en el brazo de él, y le mira directamente a los ojos. ¿Qué están haciendo? Me levanto del banco y voy hacia ellos. Le oigo decir "La chica que me gusta..." y le corto antes de que termine de darle la indirecta a mi novia.

- Hombre, Sean, ¿qué pasa? - digo abrazando por detrás a mi chica. Que bien suena eso de "mi chica" ¿no?

- Hey, Bieber, estaba hablando con ____(tu nombre).

- Ah, que bien. - digo dándole un beso en la mejilla a ella.

- Justin...- susurra ella.

- Vale, vale. Ya me voy, tranquila, quédate con él ligando.- me alejo y oigo como ella susurra un "lo siento, ya hablaremos ¿vale?" y oigo sus paso detrás de mi. Salgo del instituto, estoy en la calle, y ella detrás de mi.

- Justin. - sigo andando. - Justin, por favor. - sigo andando, ella agarra mi brazo, me da la vuelta.- Justin, no te enfades.

- ¿Cómo no quieres que me enfade? ¡Si es que pareces tonta! Vamos a ver, se te está declarando, joder. ¿No te das cuenta de que a Sean le gustas? Joder, ¿estás ciega o qué? Encima, ¿qué pasa, no puedo dar un beso a mi novia? - veo como ella mira al suelo, con lágrimas en los ojos.

- Lo, lo siento Justin. No sabía nada de eso. Si, soy tonta. - dice con la voz rota. Y ahí es cuando yo me derrumbo. No puedo verla así, me acerco a ella y la abrazo por los hombros, ella llora en mi pecho, pero me rodea la cintura con sus brazos.

- No eres tonta, cielo. Lo siento yo. No tendría que haberte hablado así. Lo siento.- ella levanta su cabeza y me mira, veo que tiene el maquillaje corrido y tiene algunas lágrimas en las mejillas. Con mi dedo pulgar la quité las lágrimas, me acerqué a ella y la besé. - Lo siento. - la beso.- lo siento.- la beso- Lo siento.- Hago lo mismo unas cuantas veces, hasta que ella ríe. - Estás preciosa cuando sonries.

- Si, sobre todo ahora, que tendré toda la pintura ida.

- Pues si, sobre todo ahora.- digo sonriendo.- Oye, ¿te apetece volver a clase?

- No es que me apetezca, es que tengo que volver, y tú también. -dice separándose de mi y dándose la vuelta andando dirección al instituto, que estábamos al lado.

- ¡Oh vamos! ____(tu nombre), no tienes ganas, yo tampoco, ya estamos fuera, acabamos de superar una crisis de pareja. - digo suplicándola, ella se ríe.

- Que exagerado.- se acerca a mi otra vez. - Justin, nunca he hecho peyas.

- ¿Nunca? -niega con la cabeza.- ¿¡Nunca, nunca!?

- No, Justin, nunca. - dice riendo.- nadie las hace, sólo tú y algún que otro malotillo.

- ¿Malotillo? ¿Insinúas algo? - iba a hablar, pero el timbre del patio la interrumpió.

- Venga, vamos, anda.

- Un día. No pasa nada por no cumplir las normas un día. - la dije sonriendo y con los brazos abiertos. Ella resopló.

- Un día. Sólo un día ¡eh! - dijo acercándose a mi. Yo la rodeé con mis brazos.

- Ahora eres una malotilla. - la dije susurrando y me separé de ella corriendo, ya que me perseguía para darme una torta.

A lo tonto, a lo tonto, llegamos a mi casa. 

- Ven, que te enseño mi casa. - la cogí de la mano y abrí la puerta. Después de enseñarla la casa, fuimos a mi cuarto, me senté en la cama y ella se quedó de pie.

- Está chula. - la cogí de la mano y puse su cuerpo entre mis piernas, ella puso sus manos en mi cuello.

- Tú si que estás chula. - digo haciendo que ella se ría. Acerca su cara a mi cuello, y me empieza a dar besos.

- No he escuchado una tontería más grande que esa.- dice riendo. Notar su risa en mi cuello es algo... algo... joder, es increíble.

- ¿Ah no?

- No.

- Pues las hay, joder que si las hay. - ella se separa de mi cuello, yo me echo para atrás, y dejarla un hueco en mis piernas. Se sienta a horcajadas encima de mi, pero con el culo en la cama. No sé si me explico, bueno, el caso.

- ¿Si? - dice susurrando en mis labios. Definitivamente, me estaba seduciendo, y lo estaba haciendo muy bien, demasiado.

- Si, muchas. - pongo una mano en su cadera y la otra en su nuca, la acerco a mi y nuestros labios se rozan, ella se muerde el labio inferior, y corta la distancia, besándome.

El beso es solo toque de labios, un beso "virgen" que se suele decir. Ella abre la boca, y yo meto la lengua, y ahí deja de ser ese beso virgen. Ella bajó sus manos hasta el borde de mi camiseta, y las metió dentro de ella, tocándo mis abdominales, yo hice lo mismo, pero en su espalda. Subía y bajaba mis manos en esta, hasta llegar abajo, al final de la espalda, ella suspira y eso me pone a mil.

Me impulsa hacia atrás, quedándo ella encima. Seguimos besándonos, la temperatura sube, y la ropa empieza a sobrar. Me quita mi camiseta, le quito la suya. Ella sigue encima, mordisquea mi labio inferior, yo bajo mis manos a su culo. Ella gime. Me doy la vuelta, dejándola a ella debajo. Rodea mi cintura con sus piernas, atrayéndome más a ella, si es que eso es posible. Pasa sus manos por mis abdominales hasta llegar al botón de mi pantalón, juega con el. Sonríe mientras nos besamos.

- ¿Estás segura de todo esto? - ella asiente mientras coge al vuelo mi labio inferior. 

- ¿Y tú? - dice bajando a mi cuello.

- Si es contigo, más que seguro. - ella desabrocha mi pantalón. Yo hago lo mismo con el suyo. Seguimos besándonos, todo va a más, y justo cuando pongo mis manos en el borde de su ropa interior, suena su móvil.- Joder. - digo dejando caer mi cabeza en su cuello. 

- Venga, quita.- dice ella riendo. Me separo de ella y me quedo boca arriba en la cama, mirando al techo. Ella coge el teléfono y me mira alarmada.

- ¿Si? - lo coge.- No, no mamá. No me pasa nada, estoy bien. ¿Qué en dónde estoy?- me mira.-  Es que me encontraba mal y me fui a casa de una amiga, que su padre es médico. Que si, que es verdad. Te lo prometo. Vale, ahora voy a casa. Que si, que ya mismo salgo. Adiós.

- ¿Qué pasa? - digo mirándola.

- Me tengo que ir, corriendo. Mi madre me va a matar. - dice mientras se viste.

- ¿Ahora? ¿Tienes que irte justo ahora?- termina de abrocharse el pantalón y se pone de rodillas encima mio. Acerca mi cara a su cara.

- Si, ahora. - me besa.- Me voy, adiós.- se aleja.

- ¡Oye! - grito, haciendo que asome su cabeza por la puerta de mi habitación.- ¿Nos vemos esta tarde? 

- Claro, en las canchas. Me tengo que ir, adiós, idiota. - dice riendo.

- Adiós, fea. - sale corriendo, y oigo la puerta cerrarse. Me tumbo otra vez, y una sonrisa de imbécil me invade la cara.

                           Narras tú.

Ahora si que la he cagado, pero bien. Me ha llamado mi madre diciéndome que porque no estaba en clase, que la ha llamado mi profesora de Francés. Joder, para una vez que hago "pellas", van y me pillan. Sigo andando, rápido. Pienso en lo que acababa de pasar. Casi lo hago con Justin. Sonrisa. Soy virgen, bueno no, pero me considero serlo, ya que mi "primera vez" fue con un chico, que no me importaba, y encima íbamos muy borrachos los dos, desde ahí, no bebo mucho en las fiestas, siempre me controlo. Fue un error, un gran error.

Llego a mi casa, y en cuanto abro la puerta, aparece mi madre de la cocina, con el delantal puesto.

- Ya me puedes contar por qué has faltado. - dice seria.

- Mamá, ya te lo he dicho. - digo tirando la mochila al suelo.

- ¿Y quieres que me crea eso? 

- Pues es la verdad, no me creas.

- Déjame adivinarlo, es el chico ese ¿no?

- Él no tiene nada que ver en esto. Me he ido porque me dolía la tripa, punto.

- Que sepas que te había perdonado el castigo, pero lo vuelvo a poner. No vas a salir en todo el fin de semana.

- ¡Pero mamá! - iba a quejarme pero mi madre me interrumpió gritando, haciendo que me sorprendiera.

- ¡QUÉ NO VAS A SALIR! ¡VETE, QUE NO TE QUIERO NI VER! 


Y eso hice, subí las escaleras y me tiré en mi cama, a llorar y a gritar a la almohada. Y así paso gran parte del tiempo, hasta las 6 más o menos, que mi móvil suena. Lo cojo sin mirar quién es.

- ¿Diga? - digo intentando parecer normal, sin haber llorado.

- ¿_____(tu nombre)? ¿Estás bien? - dice la voz de Justin, preocupada, a través del teléfono.


- Si...

- ¿Dónde estás?

- En mi casa... no puedo salir, me han castigado. 

- Vale, pues nos vemos el lunes. Adiós. - Antes de que pudiera decir nada, me cuelga.

Me quedo flipando, en colores. ¿Qué ha sido eso? ¿Tan poco le importo? Osea, no sé, ¿es bipolar o algo de eso? No aguanto más y empiezo a llorar otra vez. A nadie le importo en este sitio alejado del mundo. A nadie. Lo mejor sería volve a mi casa, a Los Ángeles. Y adiós problemas. Sigo pensando en cosas así  y en como poder volver a casa, hasta que noto unos golpes en la puerta del balcón. Me levanto de la cama, coloco el pijama, ya que me había cambiado y abro la puerta. Y ahí está él, con un ramo de rosas, en mi balcón. Yo sonrío.

- Hola, princesa.-dice dándome el ramo de rosas. Yo no hago más que mirarle.

- ¿Qué haces aquí? ¿Estás loco? - digo riendo después de reaccionar

- Si, por ti. - me besa, le beso. 

- Como entre mi madre, nos mata.

- No, te mata a ti, a mi no. 

- Ah, bueno.

- Que no boba, si te mata a ti, sería como si me matasen a mi. - sonrío otra vez, le beso.- bueno, venga, vístete. - Le miro extrañada, y seguidamente, llaman a la puerta de mi habitación.

- Cielo, ¿podemos hablar? - Mierda.

- Métete en el armario.- digo empujando a Justin.- Claro mamá, espera un momento, por favor.

- ¿Te pasa algo? - dice mi madre al otro lado de la puerta.

- ¿Y si nos pillan? - dice susurrando Justin.

- ¡No, es que me estoy cambiando! - digo gritando.- No nos van a pillar, ¿vale? Venga, adentro. - Le doy un pico y le cierro en el armario.- Ya puedes pasar, mamá. 

- Hola. Bueno, lo siento por gritarte antes... ya sabes.

- No pasa nada.

- Bueno, a ver. Cuéntame cosas sobre ese chico que te está haciendo hacer todas estas cosas. - dice sentándose en mi cama.

- Mamá, mejor hablamos luego sobre eso ¿vale? Además, él no me está haciendo hacer nada.

- ¿Por qué no ahora? Tenemos toda la tarde. Hombre, en menos de un día, has hecho peyas y te has revolucionado. 

- Mamá, no me apetece hablar de eso, por favor.

- ¿Lo habéis hecho ya? - se escuchó un ruido del armario, asi que tosí falsamente.

- ¿Pero qué pregunta es esa? 

- ¿Eso es un si?

- No, eso es un no. Mamá, adiós. Hablamos mañana, me voy a pasar el resto de la tarde vagueando y me dormiré. Adiós. -dije empujándola suavemente por la espalda.

- Bueno, pues hasta mañana.

Nada más salir mi madre, abrí la puerta del armario, y vi a Justin tapándose la nariz. 

- Vale, ya puedes reirte. -dije riendo, el se soltó la nariz y empezó a reirs, tirándose en mi cama. Yo me puse encima de él, riendonos los dos. - Ya, no te rias más.

- Pero, ¿tú la has oído? - siguió riéndose.

- Si, si. Para ya, jo. - dije cruzandome de brazos, ya sentada en la cama. Él vino por detrás y me rodeó por los hombros. Me dio un beso en la mejilla.

- Lo siento, es que ha sido divertido ¿no? - me doy la vuelta.

- Pues si, un poco incómodo. 

- Bueno venga, vístete. 

- ¿Cómo?

- Pues con  ropa.

- Ja ja ja. Digo que si arreglada, normal, de deporte...

- No sé, algo normal, como siempre. - abrí mi armario y saqué esta ropa [ http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=59358213 ]

- Bueno, pues date la vuelta. 

- ¿En serio? 

- Totalmente.

- Oh, vamos. 

- Justin. 

- Vale, vale. - se dió la vuelta y me empecé a vestir rápidamente, cuando terminé, me acerqué por detrás y le di un beso en la mejilla.

- Ya está. 

- Que provocativa vas. Voy a tener que estar vigilándote. -dice dándose la vuelta, colocando sus manos en mi cintura.- Venga, vámonos.

- Tonto. ¿y por dónde salimos?

- ¿Por dónde he entrado? 

- No, no, ni loca. Me niego.

- Vale, pues te quedas aquí encerrada.

- Pero...

- En serio, ¿piensas que te dejaría aquí todo el día encerrada? - yo sonreí- venga, confía en mi.- me da la mano. - Primero bajo yo, y luego te cojo. No es nada alto, además está el árbol al lado.

Baja él, rápido. Yo, me pienso varias veces eso de bajar. 1. Me puedo partir algún hueso. 2. Me los puede partir mi madre como se entere.  Bueno, pues allá voy. Me apoyo en el árbol y noto sus manos en mi cintura. Y con un "a la de una, a la de dos y a la de tres" salto. 

- ¿Vamos a ir a las canchas? - pregunto.

- A donde quieras. - vamos andando de la mano. 

- Bueno, pues... no sé, a donde quieras tú.

- Tengo una idea, venga.

Estuvimos andando un buen rato, hasta llegar a un especie de bosque. Todo eran pinos y abetos. Justin iba delante mío, agarrando mi mano, yo iba detrás. Íbamos hablando de tonterías, hasta que se dió la vuelta de sopetón y se me quedó mirando.

- Cierra los ojos. - dice sonriendo como nunca.

- ¿Para qué? 

- Tú ciérralos, hazme caso. - Y le hago caso. Cierro los ojos, y él me guía hacia un sitio, oigo el ruido del agua. ¿Dónde estamos? - Vale, ya puedes abrirlos.- abro los ojos, y me encuentro un sitio precioso. Una cascada de agua cristalina cayendo en un precioso lago de color más oscuro, con árboles al rededor. - ¿Qué? ¿te gusta?

- Guau. Me encanta. Es precioso.

 - Como tú.


domingo, 16 de septiembre de 2012

One Love. Capítulo once.


                           Narras tú.

Salgo andando rápido de los pasillos, llegando a la calle. A lo lejos veo a las chicas, respiro y expiro unas cuantas veces, y voy hacia ellas.

- Hola chicas. -digo intentando parecer la de siempre. 

- Hey ____(tu nombre). ¿qué tal las clases?

- Bien, aburridas, ya sabéis.

- Oye chicas, me voy a buscar a Chaz, luego nos vemos.- dice Kaila dándonos un beso en la mejilla.

- Vale, adiós. -decimos Claudia y yo sonriendo.

- Oye, ¿Te pasa algo? - pregunta Claudia cuando ve que Kaila se ha alejado.

- ¿Eh? No ¿por?

- Vamos, te conozco, poco pero  te conozco. Es por algo de Justin ¿a qué si? 

- Si. -digo suspirando. La cuento toda la historia, desde el principio.

- Tía, ¿y no has hablado con él? Quiero decir, seguro que tiene una explicación ese beso.

- Claro que tiene una explicación, que es un golfo, un mujeriego, un idiota, un, un, un...- suspiro.- es un imbécil que me gusta mucho.

- Y creo que a él también le gustas. ¿Por qué no pruebas a hablar con él? Deja que te explique lo que pasó, y si te cuenta algo demasiado falso, pues pasas.

- Bueno, no sé...por hablar no pierdo nada ¿no? 

- Claro que no. -dice ella sonriendo, al instante suena el timbre del patio, indicándonos que tenemos que volver a clase.


Durante la hora de matemáticas, sólo le doy vueltas a lo que le voy a decir a Justin. Bueno, me lo tendría que decir él a mi. Bueno, no sé. La verdad es que después de contárselo a Claudia, me siento mucho mejor, la conozco de una semana o así, pero me está demostrando incluso más que algunas de Los Ángeles. 

Pasan las horas, y por fin suena el timbre para poder irnos a casa. Recojo las cosas y levanto la cabeza, veo a Justin pasar con Ryan por mi puerta, recojo más rápido y salgo de clase. Ellos ya están fuera. Me acerco lentamente a ellos, tengo a Justin de espaldas. Ryan me ve.

- Bueno, Justin, yo me voy ya. Hasta mañana. - dice alejándose. Justin sigue de espaldas, así que le llamo dándole unos toquecitos en la espalda. Se da la vuelta.

- Hola. -digo timidamente.

- Hombre, hola.- dice él, dándose la vuelta y yéndose. 

- Justin. -sigo bajito.- Justin. -digo elevando la voz. Él se sigue alejando. Corro hacia él y le doy la vuelta. - Quiero hablar contigo, porfavor.- Él suspira, me agarra del brazo y vamos a una mesa de picknick que hay en el patio del colegio. La mayor parte de los alumnos ya se había ido.

- Bueno, ¿qué pasa? - dice él secamente.

- No hace falta que seas tan borde ¡eh!- digo cruzándome de brazos y mirando para otro lado. Él, que está apoyado en la mesa, me agarra de la cintura y me atrae a él, me da un beso en la mejilla.

- Lo siento, es que estoy enfadado, no contigo, con todos en general. -me sigue agarrando, le miro a la cara, estamos cerca, muy cerca.

- Quiero...- suspiro.- quiero que me expliques lo de antes, lo del beso.

- Te prometo, te juro, que yo no fui. Ella se abalanzó sobre mi. Joder, tienes que creerme. He estado toda esta semana dando vueltas por la calle, sin poder dormir. Porque no sales de mi cabeza. Y entiendo que no me creas, yo tampoco me creería, pero es verdad. Y ya te lo dije el otro día, nunca me había pasado esto con nadie, y joder, no sé que más decir...- iba a seguir hablando, pero le interrumpí besándole. Él al principio se sorprendió, pero luego me siguió el beso. 

Nos separamos a causa de la falta de aire. Pero seguíamos pegados, frente con frente. Sonriéndonos.

- Te creo.

- ¿Me crees? - asiento con la cabeza.

- Voy a confiar en ti, Justin. Y espero que no me falles.

- No lo voy a hacer, te lo prometo. - dice besándome otra vez.- Entonces... ¿quieres... bueno, ya sabes... ¿Te gustaría...Joder, no sé como decirlo. - yo reí. Y él cerró los ojos suspirando. - ¿quieres ser mi novia?- Yo no podía parar de sonreir, él seguía con los ojos cerrados.

- Pues claro que quiero. - digo acercándome a él y besándole. - Venga, anda, vámonos. No quiero estar todo el día en el instituto.- digo separándome de él y de la mesa, cogiendo su mano y tirando de él.

- Pues a mi no me importaría, si tú estas conmigo.- dice abrazandome por la espalda. Andamos así hasta, riendo y hablando, hasta donde están los chicos y las chicas. Los que quedan ahí, nos miran sorprendidos, pensando que soy una más en la lista de Justin. Pero yo sé que no.

- Bueno, bueno. ¿Algo que contar? - dice riendo Christian.

- Bueno, si algo que contar es que estamos saliendo, si. -dice sonriendo Justin.

- ¡Ya era hora, bro! _____(tu nombre), no sabes lo desesperado que estaba por ti. - dice riendo, Justin se separa de mi y le da una colleja.

- Me alegro por vosotros, chicos. - Dice Claudia guiñándome un ojo.

- Si, ahora los únicos que quedáis sois vosotros, si, va por vosotros Ryan y Claudia. - dice Chaz picando. Ella se sonroja y él va detrás de su amigo a pegarle. Todos reimos.

- Bueno chicos, nosotros nos vamos. Hasta mañana. - Dice Justin agarrando mi mano.

- Adiós, Claudia, luego te llamo. 


Nos alejamos de la mano. Durante el camino a casa, nos reimos y hablamos de tonterías. "El de Historia me tiene manía" "Si estudias no te la tendría". Lo típico, vamos. Cuando llegamos a la puerta de mi casa, él me coge las dos manos y se acerca a mi.

- No sabes lo feliz que me has hecho hoy. -dice rozando su nariz con la mía.

- Y no sabes lo feliz que vamos a ser los dos a partir de ahora. -digo acortando la distancia y besándole.- Hasta mañana. -susurro en sus labios.

- Adiós. -dice él, volviendome a besar. - Hasta mañana- vuelve a besarme.- Luego te llamo.- vuelve a besarme, haciendo que yo ria.

- Justin, ya. Adiós.- digo separandome y dándole un beso en la mejilla. 

- Adiós, princesa. - dice dándose la vuelta, yo, que estaba abriendo la puerta, al escuchar sus palabras, sonrío como una tonta. Una tonta que está más feliz que nunca.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

One love. Capítulo diez.




                           Narras tú.

No sabía que decir. ¿Esto era una declaración o algo por el estilo? No me lo esperaba, para nada. Joder, es Justin, el mujeriego del instituto. 

- Justin, yo...yo no sé que decir. - Él suspira fuertemente.- es que, no sé si creerte.

- Y lo entiendo, pero en serio, te estoy diciendo la verdad ¿vale? Nunca diría algo así a nadie, y lo sabes.

- ¿Me tengo que sentir privilegiada? -digo riendo y separándome completamente de él.

- Pues claro, eres la única. - dijo él riendo también.

- Justin, me tengo que ir a casa de verdad, mañana nos vemos.- me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.- Adiós.

- ¡Eh, eh, eh!- dice él agarrandome del brazo y riendo- ¿qué es eso?

- ¿El qué?

- Ese besito no me da fuerzas ni para medio camino, por Dios. - me acerco a él riendo y le doy un beso en los labios, él intenta meter la lengua, pero yo me separo riendo.

- Hasta mañana, Bieber.- y camino dirección a mi casa.


Nada más llegar a mi casa, voy a la cocina, en donde está mi madre haciendo la comida.

- Hola, mami. -digo dándola un beso en la mejilla.

- Uh, ¿por qué esa felicidad? -dice ella riendo.

- Por nada, ¿por qué va a ser?

- No sé, ¿un chico puede ser?- dice riendo más, haciendo que me sonrojase.

- Claro que no. ¿Qué pasa? ¿Una no puede venir feliz a casa? - ella asiente sonriendo. - Bueno, pues eso, voy a mi cuarto.

Enciendo el ordenador y me conecto al Facebook, tengo bastantes peticiones de amistad, gente del nuevo instituto. Empiezo a aceptar a los que conozco y veo su nombre. "Justin Bieber desea ser su amigo" y sonrío. Le doy a aceptar y abro su perfil, veo sus fotos. Casi todas son de fiestas, bebiendo, fumando, enrollándose con tías... Ay, señor. ¿En dónde te has metido ____(tu nombre)? A ti nunca te gustaría alguien como él. No sé que estoy haciendo, joder. Mi madre abre la puerta de golpe, haciendo que cierre el portátil como acto reflejo. 

- Uy, ¿qué estabas mirando?

- Eh, eh...nada. ¿qué iba a mirar? Pues nada.

- Enséñamelo.

- Mamá, que no veía nada.

- ____(tu nombre) me lo enseñas o no sales este fin de semana.

- Pues no salgo, no te importan mis cosas. - dije levantándome de la silla y saliendo por la puerta, dirección a la cocina, para comer.

En la comida, ninguna de las dos dijo nada. Nos limitábamos a ver la tele. Cuando terminé, cogí mi plato y lo meti en el lavavajillas, al salir por la puerta, ella habló.

- Que sepas que este viernes no sales.

- Que sepas que no me importa, total, ¿con quién voy a salir? - dije elevando el tono de voz.- ¡Mis amigos de verdad no están aquí, están en Los Ángeles! ¡Y que sepas que en cuanto acabe el instituto, pienso volver ahí!

- Tú no te vas a ningún sitio, bonita. Te quedas aquí. Y ya basta. Vete a tu cuarto.

- ¡Me iré si me da la gana!

- ¡QUÉ TE VAYAS A TU CUARTO! -dijo mi madre gritando, como nunca la había visto hacer.

- De dónde me voy a ir es de esta casa de mierda.- corrí escaleras arriba y cerré la puerta de mi habitación de un portazo.

Volví a coger el ordenador, la página de antes seguía abierta, era una foto de Justin borracho. Si se lo intento ocultar a mi madre, es por algo ¿no? Justin no es bueno para mi, y tanto yo como él lo sabemos. Pero tampoco quiero separarme de él. Joder, todo esto es un lío. Echo mi cabeza para atrás, apoyándome en la almohada, cierro los ojos hasta que un sms me hace volver al mundo real. Cojo el iPhone, me siento como los indios y veo quien es. Número oculto. Leo el mensaje. "Mira lo que está haciendo ahora mismo el  Santo de tu novio" y salía una foto de Justin besándose con Bianca. Podría pensar que era de otro día, pero no, llevaba la misma ropa que hoy. Joder, soy gilipollas por pensar que Justin Bieber podría estar interesado en mi. Me levanto de la cama y salgo de casa, dando un portazo. Salgo a la calle y empiezo a andar, no sé a dónde voy ni por qué. Llego a un parque y me siento en un banco, me pongo los auriculares con la música a todo volumen, intentando olvidarme de los problemas, de mi mayor problema, de él. 

Al cabo de un rato, noté que alguien se sentó a mi lado. Sean. 

- Hey _____(tu nombre), ¿estás bien? 

- Si, tranquilo.- digo mirando a la nada.

- Oye, venía a pedirte perdón. El otro día no sé que me pasó. Estaba enfadado porque iba perdiendo, y verte con Bieber...no sé, me puse celoso. Lo siento, de verdad.- le miré a los ojos, parecía sincero. Le sonreí.

- No pasa nada, Sean. Todos tenemos días malos. Perdonado. -dije dándole un beso en la mejilla.

- Gracias, oye, puedes confiar en mí. ¿Qué te pasa?. - me giré hacia él, sentándome en el banco con una pierna tocando el suelo, y la otra usandola para apoyar un brazo.

- Es por Justin.- dije suspirando.

- Me lo imaginaba- dice acomodándose en el banco. - Venga, cuenta. Te sentirás mejor si te desahogas.

- Que soy idiota. Me dijo que yo le gustaba, y me besa, y claro, yo como soy tonta, le creo. Pero me han mandado este SMS hace un rato, mira.- le enseñé el iPhone con el mensaje en la pantalla.

- Vaya. Yo ya te dije lo que tenía que decirte sobre él, _____(tu nombre). No es un tío de novias.

- Ya, pero no sé, pensaba que podría haber cambiado.

- Venga ya, es Justin. No sé, parece la típica historia de amor. Chico malo, chica buena. Ella le intenta cambiar y él, de la noche a la mañana cambia.- dice riendo.- pero a ti no te ha salido bien ¿no?

- No, no mucho la verdad. -digo riendo tímidamente.- Pero bueno, ya me parecía algo raro.

- ¿Puedo decirte yo algo?

- Claro, dime.

- Bueno no, nada.

- No, venga, dilo.

- No en serio, no es nada importante. Bueno, me tengo que ir, _____(tu nombre). Nos vemos mañana en el insti.- Se acerca a mi y me da un beso en la mejilla. Es todo un amor de chico, la verdad. ¿Por qué Justin y no él? Quiero decir, en él si confío, en Justin no.


          ______________________________________________________________________


Habían pasado dos días despúes de eso, hoy ya era jueves. Desde que pasó lo de Justin, le había estado evitando. Él intentaba hablar conmigo, pero yo siempre me inventaba excusas, lo típico, "llego tarde a tal sitio""me están esperando". No quería saber nada relacionado con él. 


 
 
                           Narra Justin.

No sé que coño pasa ahora. El lunes la dije que me gustaba, que era muy raro todo esto, pero que me gustaba. Y ahora, ya no me habla. Joder, no entiendo nada. Se supone que ahora tendríamos que estar bien ¿no? Hoy pienso hablar con ella, quiera o no. Y no me sirven ninguna de sus excusas. Suena el timbre del recreo, salgo corriendo de mi clase y la espero en la puerta de la suya. Ella sale y pasa de largo, me pongo a su altura.

- Hey, ____(tu nombre). - ella me mira y sigue andando.-  Joder, _____(tu nombre), ¿podemos hablar?- ella se para en medio del pasillo, se gira, quedándo cara a cara.

- No tenemos nada de lo que hablar, Bieber. - se vuelve a girar y anda un poco más rápido. La agarro del brazo y la meto en la sala de limpieza. - ¡PERO QUÉ HACES, IDIOTA!- dice ella gritando.

- ¡Joder, claro que tenemos algo de qué hablar! - digo elevando yo también la voz. - ¿Qué coño te pasa?

- ¿Qué que me pasa a mi? ¿En serio, Justin? - mira hacia el suelo, con los ojos aguados, pero en seguido me vuelve a mirar a los ojos. Puedo notar que está enfadada.-  ¿Qué coño te pasa a ti? ¿De qué vas, joder? - dice gritando.

- ¿¡Pero qué dices!? ¡No soy yo el que te va evitando! - ella me empujó, haciendo que chocara con la puerta.

- ¡No! ¡Tú eres el que dices "me gustas, es muy raro, nunca lo había sentido"- dice imitando mi voz.- ¡Y luego te vas morreando con todas las fulanas que pasan! ¡ESE ERES TÚ! ¡EL QUE JODE SIEMPRE TODO! - dice con lágrimas en los ojos.- Y yo soy la idiota que se lo cree. -dice quitándome de la puerta y saliendo corriendo por los pasillos.


Mierda, el beso con Bianca. Pero joder, yo no hice nada, fue ella la que se me abalanzó. Joder, joder, joder. Nunca me puede ir nada bien cuando quiero que vayan las cosas bien o qué. Después de salir del "mini-shock", salgo del pequeño cuarto, corriendo detrás de ella.