viernes, 9 de noviembre de 2012

One love. Capítulo veintiuno.



                             Narra Justin.

Se que hay algo que le preocupa a _____( tu nombre), es más, estoy segurísimo. Ella no me lo quiere contar, y me da miedo. Me da miedo de que sea algo grave y yo no la esté ayudando. No sé. Hoy es domingo, he quedado con ella. Ahora mismo estamos los dos sentados en el césped, ella entre mis piernas y su espalda contra mi pecho, mientras yo la rodeo con los brazos por la cintura.
- Cielo...- digo interrumpiendola. 

- ¿Hm? -dice confundida.

- Me vas a llamar pesado pero...

- Justin, no me pasa nada. -dice separando su espalda de mi pecho y dándose media vuelta para mirarme. Yo abro los ojos, sorprendido. 

- ¿Cómo sabes lo que...- me vuelve a interrumpir.

- Porque lo sé. Y en serio, déjalo. - dice dándome un pico y volviendo a su posición inicial. Y así pasa la tarde. 



                             Narras tú. 

Y aqui se acaba el fin de semana. Hoy es lunes, y a primera hora tengo con Gustavo, si, tenía literatura y estaba cagada por si me decía algo. 

- ¡_____(tu nombre)! ¡Baja ya, que os llevo hoy al colegio! - oigo a mi padre gritar desde el salón.

- ¡Ya voooooooooooooy! - cojo la mochila, me peino una vez más y bajo las escaleras rápidamente. - Ya estoy, cuándo quieras. 

- Pues venga, id saliendo que voy a coger mis cosas y salgo. 

Mi hermano y yo salimos de casa y nos apoyamos en el coche, esperando a mi padre. 

- Estoy muerta de frío. - digo haciendo chocar mis dientes entre ellos.

- Dile a tu novio que te de calor. - dice mi hermano, haciendo que yo le mirase sorprendida y con los ojos como platos.

- ¿Pero qué...- iba a seguir, cuando la voz de mi padre sonó.

- Venga, vamos. - Nos metimos todos en el coche. Puse la radio y la calefacción a la vez. Al cabo de unos 10 minutos, ya me encontraba frente a la puerta del instituto. 

- Gracias por el viaje. ¿Luego vienes a por mi?- digo abriendo la puerta del coche.

- No creo que pueda, tengo reunión.

- Que raro. Adiós. - cierro la puerta y veo como mi padre y mi hermano se alejan en el coche. Suspiro y voy dirección a la puerta. Sigo caminando hasta que noto unas manos en mis ojos. Con mis manos las toco. - ¡Justin! - oigo su risa y quita las manos, yo me doy la vuelta, le sonrío, y me lanzo a sus labios.

- Buenos días, mi amor. -dice sobre mis labios.

- Hola, tonto. - digo sonriendo. Nos separamos, nos damos la mano y andamos juntos hasta la entrada, en donde están los demás

- ¿Qué tienes ahora? 

- Literatura, ¿tú? 

- Gimnasia. En el patio. 

- Dios, te vas a congelar. -digo riendo. 

- Gracias por recordarmelo, yo también te quiero. - dice riendo él también. Justo cuando llegamos con los chicos, suena el timbre. - Bueno, me voy al vestuario, luego nos vemos ¿vale?

- Vale, no pases mucho frío. - digo vacilando. Le doy un pico y me voy. Oigo como él dice "ya me calentarás tú" haciendo que me diera la vuelta y lo asesinase con la mirada.

Llego a clase y ya están casi todos los alumnos fuera.  Gustavo ya está preparando sus cosas, cuando me mira y me sonríe. Yo me limito a levantar la cabeza e irme a mi sitio.

Pasa el tiempo, la clase transcurre normal. Como siempre. Empiezo a dibujar garabatos en mi libro, algunos corazones, el nombre de Justin unas cuantas veces en la página de ejercicios...lo típico. Es más, ya es algo que me sale sólo. Aun que no quiera, escribo su nombre.

- Señorita, ¿se está entreteniendo mucho? - oigo una voz a mi lado. Levanto la cabeza y veo a Gustavo a mi lado. Rapidamente paso de página.

- Eh...no. Osea si. Quiero decir, estaba escuchándole. - digo mirando al libro.

- Ya, seguro. Fuera de clase.

- Pero...

- ¡Fuera de clase, he dicho! - dice elevando la voz. Me levanto y salgo cabizbaja por la puerta.

Y aquí estoy, en el pasillo. Me siento en un banco que hay justo al lado de la puerta de mi clase, esperando a que llegue la hora. Al cabo de un rato, veo como una puerta de otra clase se abre, y de ella sale Claudia. Me mira y se ríe. Se acerca a mi.

- ¿Qué haces aquí? - dice sentándose a mi lado.

- Me han echado. - digo mirandola. Ella se ríe.

- ¿En serio? - yo asiento con la cabeza. - ¿por qué? ¿quién?

- Por estar distraida, ya ves tú. El de literatura...-digo desviando mi mirada al suelo.

- ¿El del otro día?

- Si. 

- Pues tía, menudo bipolar. 

- Ya, bueno ¿y tú qué haces fuera?

- Me apetecía ir al baño.

- Pues ve. - digo riendo.

- No, sólo quería darme un paseo, y ya me lo he dado. - dice ella riendo más. Suena el timbre, indicando el final de la clase. Ella se levanta y se aleja caminando a su clase.- nos vemos en el recreo. ¡Te quiero!

- Vale, y yo. -me levanto y llamo a la puerta, veo como los demás están recogiendo y Gustavo me hace una seña para que entre. Entro en clase y voy directa a mi mesa, recogiendo las cosas. 

- Señorita, antes de irse, quiero hablar con usted. - dice desde su mesa. Yo asiento y sigo recogiendo. Una vez que termino, me doy cuenta de que sólo estamos él y yo en la clase. Un escalofrío recorre mi cuerpo de arriba a abajo. Me acerco a su mesa.

- Ya está.

- Bueno, quería decirle unas cosas. Primero, espero que entienda el motivo por el que le he echado de clase. - Yo asiento con la cabeza.- No puedo permitir que esté dibujando tonterías, y menos si se tratan de tonterías sobre un inmaduro como lo es su querido novio.

- ¿Perdone? Osea, quiero decir... Usted puede regañarme por mi comportamiento o mi distracción, pero no meta a Justin en todo esto, y menos llamándole 'inmaduro', cuando dudo que sepa algo sobre él. - digo en un tono más elevado y alejándome.

- ¿Esas son formas, señorita? ¿ves? Cuando no estaba con ese chico, usted no era así. Era normal, es más, era una alumna ejemplar. ¿Y ahora? Ahora es la copia de él. Deme la agenda, quiero una entrevista con sus padres.

- Pero...pero...

- Nada de peros, la agenda. Ya. - saco la agenda de la mochila y se la tiro a la mesa, desganada. - esas no son maneras.

- Bueno, ya tiene la maldita agenda ¿no? Que más le da cómo se la de. - digo mirando hacia otro lado, cansada ya de la situación.

- Soy tu profesor, merezco un respeto. 

- ¡Y Justin es una persona, también lo merece! - él no dice nada. Me devuelve la agenda.

- Aqui tiene. Hasta mañana. - Dice cogiendo sus cosas y saliendo de clase, haciendo que me quedase yo sola. 

- ¡Joder! - digo gritando, enfadada. Salgo de clase, y nada más salir, me choco con él, con Justin.

- ¿Puedes mirar por dónde coño...- se da cuenta de que soy yo. - Vaya, hola princesa. - dice sonriendo.

- Tengo que ir a clase. - digo apartándome. Él me agarra del brazo.

- Hey, ¿Estás bien? 

- No, estoy super enfadada. - digo cruzando los brazos en mi pecho, a la vez que inflo los mofletes. Él se ríe.

- ¿Qué te pasa?

- El profesor de literatura, primero me echa de clase y luego me pide una reunión con mis padres. ¿De qué va? 

- Vaya, te estás volviendo una rebelde ¡eh! - dice abrazándome por la cintura.

- Justin, no estoy de humor. Le va a contar a mi madre todo, sobre ti, sobre mi, sobre nosotros. Le va a llenar la cabeza de mierdas.

- Cielo, no te preocupes. Todo va a salir bien ¿vale? - dice juntando nuestros labios. -me tengo que ir a clase, luego nos vemos. Te quiero.

- Y yo a ti, gracias. - digo dándole un beso y yéndome a la clase de matemáticas.
 


Pasa el día, como siempre, Justin me acompaña a casa. Abro la puerta y veo que mi madre está preguntándole la lección a mi hermano, que tiene clase por la tarde y parece ser, que también tiene exámen.

- Hola, ya estoy aquí.

- Hola, cielo. - dice mi madre sonriendo. - Tienes la comida en la mesa, ahora voy y hablamos, que estoy preguntando geografía a tu hermano.

- Vale, no te preocupes. - digo tirando la mochila en la escalera. Me siento en la mesa y empiezo a comer. Al cabo de un rato, no mucho, viene mi madre.

- Bueno, ¿qué tal el día? - dice con voz maternal. Yo suspiro y giro mis ojos.

- Mal. Ah, toma. -digo dándole la agenda. Ella me mira extrañada.

- ¿Qué es esto? - dice confundida, leyéndo la nota.

- Pues eso, que el de literatura quiere hablar contigo.

- "...ya que su hija está demasiado dispersa ultimamente, gracias."- dice en voz alta la última frase de la nota. - ¿Me puedes explicar esto? 

- Mamá, me tiene manía.

- Ya, seguro. -dice levantándose de la mesa.- ¿Es esta tarde? 

- Si.

- Voy a llevar a tu hermano al colegio, y luego voy a tu instituto a hablar con él. Hasta luego.

- Adiós...

Oigo un "vamos Dani" y después el ruido de la puerta. Estoy sola en casa. Termino de comer y dejo los platos en el lavavajillas. Subo a mi habitación y empiezo a hacer de todo. No paro quieta. Estoy muy nerviosa por lo que el idiota este le puede decir a mi madre.

Al cabo de una hora aproximadamente, oigo el ruido otra vez de la puerta, pero en este caso, indicando que entra alguien. Salgo de mi habitación y bajo rápidamente las escaleras. i madre está justo en frente. Mirándome, bastante seria. Algo va mal.

- Bueno...y...¿qué tal?- digo sonriendo timidamente.

- No quiero que vuelvas a ver más a ese tal Justin. ¿Entendido? - dice ella, haciendo que todo mi mundo, se venga abajo.