jueves, 30 de agosto de 2012

One love. Capítulo seis.




  *Sigue narrando Justin*


No entiendo la mentalidad de este tío, lo ha hecho a posta, estoy segurísimo, es un puto falso. Pero parece ser que ____(tu nombre) no se ha dado cuenta de eso


- Perdón, lo siento, no estaba mirando. -le dijo el chico a ella, que ahora intentaba mirarse la espalda mojada.

- No pasa nada, Sean, no te preocupes.- contesta ella sonriendo, como siempre.

- Si quieres te acompaño al baño y te echo agua o jabón o algo, no vaya a ser que se te quede la mancha. - este tío es subnormal, lo que quería era quitarme a _____(tu nombre) e irse con ella. Di que no, di que no.  

- Tranquilo, no pasa nada, ya se secará. - jódete.

- En serio, _____(tu nombre), ha sido mi culpa, déjame por lo menos intentar arreglarlo, ¿no? - dijo él sonriendo, intentando convencerla. Ella se giró para mirarme, yo la negué con la cabeza, pero el agarró su mano, y suavemente la alejó de mi. De sus labios salió un "lo siento" con una sonrisa tímida. Yo estaba que no aguantaba. Ahora sólo tenía ganas de ir al gilipollas ese y reventarle la cara. 

Pero...¿qué coño me pasa? A mi me da igual _____(tu nombre). Justin, has cometido un gran error. Fuera ella, fuera de tu cabeza. Lo que te jode es que Sean te haya quitado el polvo de la noche. Bueno, no pasa nada. Esto está lleno de tías.


                               Narras tú.

Llegué al baño de chicas con Sean, la verdad es que me había molestado un poco que me separara de Justin, estábamos a punto de besarn¡STOP! ¿Hola? ¿Qué coño estoy diciendo? Dios, pero si a mi me gusta Sean. 

Me mojé la mano e intenté mojar la parte de la ropa con esta, pero no llegaba. Sean cogió un poco de papel con agua y jabón.

- Déjame a mi anda, es imposible que llegues.- dijo riendo mientras pasaba el pedazo de papel por mi ropa. 

- Que observador. -dije riendo yo también. 

-Bueno, he hecho lo que he podido, ahora no se nota tanto, luego a la lavadora y listo. - reímos los dos.

- Bueno, pues gracias, supongo. - dije saliendo con él del baño. 

- Gracias no, que encima que te lo he tirado, es lo menos que podía hacer. - dijo sonriendo mientras me miraba. - Oye...¿podemos ir un momento a fuera? Es que, bueno, quiero hablar una cosa contigo.

-Claro, vamos. - salimos fuera y nos apoyamos en la varandilla de la casa de Chaz, él en frente de mi. 

- Bueno a ver, no sé por dónde empezar. - se le veía como nervioso. 

- Sean, venga, me estás matando de la intriga. -dije riendo, intentando calmar la situación.

- Bueno, voy. Alomejor piensas que soy un cotilla, que me meto dónde no me llaman. Pero, bueno, a ver. - suspira.- Te he visto con Justin.

- Sean - iba a decir algo pero me interrumpe.

- No, a ver, no me malinterpretes, puedes estar con quien quieras, obviamente, eres libre. Pero sé que eres nueva, que llevas aquí sólo una semana. Y probablemente, no sepas cómo es Justin de verdad. -iba a hablar, pero él me vuelve a interrumpir.- ____(tu nombre), escúchame. Justin es un mujeriego, el chico más idiota que he visto en mi vida. Sé que intentará algo contigo, y cuando lo consiga, tú vas a estar loca por él, y te va a rompre el corazón. Y lo vas a pasar fatal, porque tú no eres como ninguna de las chicas de aquí, que casi todas son Justin's en chica. Y bueno, puedes hacer lo que quieras, pero creo que Justin no es el chico más indicado. Me apuesto lo que quieras, a que si entramos ahí -dijo señalando con la cabeza, la casa de Chaz.- ya está besándose con otra. ¿lo probamos?

- Sean, ahora déjame hablar a mi ¿vale? A ver, Justin no es la mejor persona del mundo, lo sé, cuando llegué aquí, se comportó como un idiota, y esta semana, ha sido insoportable, pero ahí dentro - señalé ahora yo la casa con la mano.- no era el mismo, era diferente. No le das una oportunidad, eso es lo que pasa, que no le conoces. 

- Vale, vamos a hacer lo que te he dicho. Venga, vamos a entrar. - dijo agarrandome de la mano. Me abrió la puerta, pasé, y ambos buscamos con la mirada a Justin. - Tenía razón, te lo he dicho ____(tu nombre).

Si, ahí estaba Justin, comiéndole la boca a una rubia del equipo de animadoras. Sean tenía razón, no sé ni por qué coño le he defendido, si ya me lo esperaba. Pero es que, antes ha sido diferente, no parecía el mismo Justin de siempre.

- Si, vale. Tenías razón. -dije dándome la vuelta, quedando así en frente de Sean.- Creo que me voy a ir a casa.

- ¿Y darle el gusto a él? Venga _____(tu nombre),  quédate. 

- No sé, además, ya es bastante tarde. - eran las 2 de la madrugada.

-Venga, un rato más. Quédate conmigo, y luego te llevo a casa. 

-Bueno, pero sólo un rato. 

Estuve bailando con Sean un rato, de vez en cuando miraba a Justin, y me odiaba por eso. Él seguía bailando y besándose con todas. No podía más. En un momento, en el que vi que Justin fijó su mirada en mi, agarré a Sean del cuello, le acerqué a mi y le besé. Él al principio se sorprendió, ya que no lo esperaba, pero luego me siguió el beso. Cuando me separé, vi que Justin ya no estaba. 

- ¿Podemos irnos ya? -  dije en un susurro, que Sean entendió, ya que me agarró de la mano, y salimos fuera, dirección a su coche. Durante el camino, ninguno dijo nada. Llegamos a mi casa, y él me acompañó a la puerta.

- Bueno, pues...-le interrumpí.

- Gracias  por lo de hoy. Bueno, ya sabes, si no me hubieras tirado la copa encima, no me hubiera dado cuenta de cómo es Justin. 

- No me des las gracias, sólo te ayudo. - se fue acercando poco a poco a mi, me iba a besar. Primer pensamiento. Justin. _____(tu nombre), a Justin no le interesas, a Sean, parece que si. Terminó de acortar la distancia y me dio un beso, lento y suave.- Hasta el lunes. 

- Adiós.- Vi como se metía en el coche y entré en casa. Mis padres ya estaban dormidos, normal, eran las 3 de la madrugada. Entré en silencio a mi habitación, cogi mi pijama y me metí en el cuarto de baño. Me cambié de ropa y me eché agua en la cara para despejarme y así quitarme un poco el maquillaje. Una vez lista, salí a mi cuarto, apagué la luz y me metí en la cama. No podía dejar de darle vueltas al día de hoy, a la fiesta en concreto. Finalmente, me acabé durmiendo, esperando que la semana siguiente, en el instituto, me fuera mejor.


                               Narra Justin.

Ella se largó con el fantasma ese, asi que yo, como ya he dicho antes, seguí a mi bola, bailando con todas las tías que se me acercaban.


No podía sacarme de la cabeza a ____(tu nombre) y a Sean. Pensando "¿qué estarán haciendo en el baño?"" Tranquilo Justin, ella no se lía con el primero que pasa". Les vi salir del baño, pero vi que él le agarraba la mano y la sacaba fuera. Que la den.  Seguí a mi rollo, toda la noche. Serían las dos de la madrugada, pero me da igual. 

Al cabo de un rato, bueno, todo el rato estuve buscando a ____(tu nombre) con la mirada. No, no me gusta. Es sólo porque ya la tenía en el bote, ahora tendré que esperar más. Al fin di con ella, y ella me miró, se giró y se puso a besarse con Sean. ¿En serio? Venga, esto no me puede estar pasando. Y así, por la cara, cogí y me largué. No tengo porque estar soportando que la chica que me mole se líe con otros. Espera... Justin, ¿qué acabas de decir? No, me he equivocado, no quería decir eso. Que me mole físicamente, claro. 

Llegué a mi casa, me metí al baño, me desnudé y me metí en la ducha. Le estaba dando demasiadas vueltas a este tema. En mi cabeza sólo estaba ella y ese "casi-beso". Joder, todo esto es una puta mierda. Sólo estoy interesado en ella porque es la primera tía que me rechaza, claro. Es por eso, joder. Una vez que me la tire, ya me va a dar igual. Salí de la ducha, me puse un pantalón de baloncesto y me tiré en la cama con mi iPhone. Vi que me habían hablado por WhastApp. 

          -Número desconocido.
· ¿Qué pasa, Bieber? Parece que esta vez he sido yo más rápido que tú. ¿Cómo sienta perder?

          - Justin
· ¿qué coño dices? Eres Sean ¿no? Demasiado patético.

          -  Número desconocido
· Olvídate de _____(tu nombre), te he ganado. Punto. 

           -Justin
·Tío, que me olvides. 

         - Número desconocido
· Eso no me decía ella cuando estábamos haciéndolo.

¿Pero de qué coño iba este tío? No, _____(tu nombre) no se acostaría con él, lo sé. Ella no es de esas. No.

         -Justin
· Sean, que te den por culo, déjame en paz. Que me la suda con quien se líe ella o no. Además, que pronto va estar en mi cama. Venga, un beso, "machote".

 Apagué el móvil e intenté dormir. Imposible. Sólo estaba ella en mi cabeza, joder. Tranquilo Justin. No, tranquilo no. ¿pero qué me pasa? Yo nunca pienso en chicas, es al revés, ellas piensan en mi. Tío, tranquilo. Mañana será otro día. 
     
 

domingo, 26 de agosto de 2012

One love. Capítulo cinco.





Llegamos a casa de Chaz, mucha gente entraba y salía del pequeño chalet. Claudia, Kaila y yo entramos a la casa. Era un ambiente increíble. Música resonando por toda la casa, todo el mundo bailando, bebidas en una mesa, y lo más importante, Sean, guapísimo, como siempre. Fuimos juntas hasta donde estaban los chicos, todos menos Justin.

-Hombre, ya pensábamos que no vendríais.- dijo alegre Chaz, que se comía con la mirada a Kaila.

-Pues ya véis, la pesada de ____(tu nombre), que no salía de casa.-dijo riendo Claudia.

-Anda, iros a la mierda, mentirosas.- dije riendo. Seguimos hablando y bailando un rato, cuando noté unas manos que tapaban mis ojos. Mi primer pensamiento fue "Justin", pero al girarme, me decepcioné porque no fuera él. ¿____(tu nombre)? Qué estás diciendo. Justin no te importa.- Hola Sean- dije sonriendo.

-Hola ____(tu nombre), estás preciosa.

- Tú también estás increíble.

- ¿Quieres algo de beber? -dice él sonriendo.

-Claro, vamos.


                                 NARRA JUSTIN.

Llegué  a casa de Chaz, nada más entrar, vi a Ryan, a Chaz y a Chris con ____(tu nombre) y sus dos amigas. Paso de hablar con ella, desde que ha llegado, lo único que ha hecho es complicarme las cosas, joder. Que la den por culo, yo paso de ella, será que no habrá tías detrás de mi. Me acerqué a las bebidas y me serví un vaso de vodka, sólo. 

Una rubia con unas tetas increíbles, se acercó a mi. Justin, esta es tuya.

- Hola, Justin. -dijo riendose, menuda risa tan horrible. No se puede comparar con la de ____(tu nombre). Alto, no he dicho eso. 

-Hola, eh...¿Loreen?-dije intentando probar suerte. Cosa que pareció molestarle, ya que se fue. Ya vendrá luego.

Vi que ____(tu nombre) ya no estaba con los chicos, asi que, me acerqué a ellos.

-¡Hey, bro!- me saludó Ryan con un golpe en el hombro.

-¿qué pasa, rubia?- le dije riéndo. Estuvimos riendo un rato, la verdad es que Claudia y Kaila son simpáticas, noté como Chaz miraba mucho a Kaila.- Bueno, nosotros nos vamos un poco para allá para dejaros solos ¿vale?- noté como la chica se sonrojó. Nos alejamos.

- Que cabrón- dijo riendo Claudia.

-No me neguéis que no habéis visto como la mira Chaz, se la come con la mirada.

- Si, la verdad es que si.- afirmó Ryan.

- Por cierto, ¿dónde está ____(tu nombre)? La he visto antes, pero ahora no. -dije a Claudia y a Ryan, que me miraron riendose. Mierda, no tendría que haberlo preguntado, si a mi me da igual, joder.

- Cuanto interés hay por aquí ¿no?- dijo Claudia.

-Ya ves, pues no sé dónde estará. -  dijo el rubio.

- Se fue con Sean a bailar y a tomar algo, asi que, estarán por aquí. - me tensé nada más oir eso. La gilipollas no me ha hecho ni caso. Apreté mis puños y miré al rededor. Y ahí los vi, ella con un vaso en la mano, bailando pegada a él, juntos, demasiado juntos, ella le daba la espalda y él la agarraba con las dos manos de la cadera.

- Vale, ya los he visto, bueno, que me voy a ligar, ahora nos vemos.

Vi a la misma rubia de antes, liándose con un tío. Mierda, bueno vamos a ver que más hay por aquí. Vi a una tía, pelirroja, con un cuerpazo. Me acerqué a ella y la empecé a decir cosas al oído, ella se dió la vuelta y me empezó a besar. Guay, esta es de las fáciles. Me estaba morreando con ella, de manera demasiado pasional, cuando noté una mirada fija en mi, me incomodaba. Me separé de la chica y busqué con la mirada al causante de esto. La pelirroja se fue, dejándome ahí como un imbécil, buscando. Ya no sentía esa mirada, pero vi a ____(tu nombre) sentada en un taburete alto, de los de bar, con una expresión seria y triste en su rostro. Tenía al lado a Claudia, que la hablaba. Por un momento, nuestras miradas coincidieron, aun que ella la apartó en seguida. Decidí acercarme a ella. Bueno, no decidí, mi cuerpo me obligó. Cogí un taburete y me puse a su lado.

- Hola.- dije mirándola a los ojos. Ella ni si quiera me miró. Claudia decidió alejarse.

- Hey. - dijo ella con voz cansada.

-¿te pasa algo?- ella negó con la cabeza, sin mirarme.- ¿Estás segura?

-Joder, Justin, que si, que estoy bien. Venga, ya te puedes ir con la pelirroja esa a morrearte. Perdón por interrumpirte. - ¿esta tía es tonta? Di un gran suspiro, intentando mantener la calma.

-Tía, estoy intentando ser simpático. Estás mal, ¿qué te pasa?- ahora la que suspiró fue ella.

-No lo entenderías, no lo entiendo ni yo. 

-Puedo intentarlo, se que no soy el más listo de la clase, pero por intentarlo, no perdemos nada ¿no?- ella rió debilmente, haciendo que por algún extraño motivo, yo sonriera.

-Sé que llevo poco tiempo aquí...pero...hay un...bueno, mejor déjalo.

-____(tu nombre)...vamos, confía en mi.

-¿por qué no bailamos? -dijo mirándome sonriendo, entendí que no quería hablar del tema, por lo que asentí sonriendo mientras me levantaba y la cogía de la mano. Estuvimos bailando y riéndonos de cosas absurdas. 

-Mira a Jacob.- Jacob era el típico "bicho raro" de clase, nunca solía salir, pero aquí estaba, dándolo todo en la pista de baile.

- Me da a mi que ha bebido demasiado.- dijo riéndose, agarrando el cuello de mi camisa, mientras bailaba conmigo, sonriéndome. Acabó esta canción, y empezó otra, pero esta vez, lenta. Todo el mundo empezó a bailar con otra persona, abrazándose. ____(tu nombre) miraba al suelo, quieta.

- ¿No bailas?-dije poniendo mis brazos alrededor de su cintura, haciendo que ella me mirara sonrojada y enrollara sus brazos en mi cuello.


Nos mirábamos a los ojos, yo a ella, ella a mi. No exitía nada más en ese momento. Me centré en mirarla, iba acercando mi rostro poco a poco al de ella. Ella hacía lo mismo. Nuestros labios se rozaron. Cerré los ojos, dispuesto a besarla, pero esta vez, de verdad. Estábamos a punto, no faltaba nada, cuando alguien tiró una copa de bebida en la espalda de ella. Ella, obviamente, se asustó, separándose de mi por completo. Miré a ver quien había sido el idiota que nos había interrumpido, y como no, ahí estaba Sean.

 

martes, 21 de agosto de 2012

One love. Capítulo cuatro.



 Viernes, 24 de octubre.

Ha pasado ya una semana. Mi primera semana en este instituto. Las cosas no me iban ni bien ni mal. Normal. Justin volvía a ser el idiota de siempre, coqueteaba con todas, las morreaba sin importarle estar en el instituto, y bueno, se seguía comportando como un pervertido conmigo. Supongo que el Justin de la playa, ahí se quedó, en la playa.
 Mi relación con los chicos había mejorado, me iba casi siempre con ellos, ya que, sorprendentemente, me hice un par de amigas. Se llaman Claudia y Kaila y van a mi clase. Se conocen de hace dos años más o menos, y me han dicho que me puedo ir con ellas si quiero. A mi todavía me da algo de vergüeza, pero poco a poco, me voy haciendo más amiga. Son adorables. 

Llego al instituto, como todos los días. Y veo a los chicos en mi clase y la de Chris. Me acerco a ellos.

- ¡Buenos días chicos! - digo animadamente dejando la mochila en mi mesa.

- ¿Y esta alegría mañanera? -pregunta Ryan riéndose.

- No sé, hoy estoy contenta, supongo.

- ¿ Y eso? - pregunta Chris.

- Pues, que es viernes, supongo. - Mentira. No lo he mencionado antes. Sean, el chico más guapo de todo el instituto, junto con Justin, eso he de admitirlo. Bueno, eso, que me ha dicho que si quiero quedar algún día con él. 

- Hablando de viernes, hoy hay fiesta en mi casa, vienes ¿no? - me habló Chaz.

- No sé, no conozco a mucha gente, chicos...-dije suspirando.

- Pues mejor, así conoces a más. Venga, dile a tus amigas que se vengan, si quieres.

- Bueno vale, yo se lo digo.- ahí terminó la conversación, ya que entró el profesor de ciencias.


Las clases pasaron normales y aburridas, como siempre. Me pasé notas con las chicas preguntándolas lo de la fiesta, aceptaron. Por fin, suena el timbre que indica el inicio del recreo.

- ¡POR FIN! - dice Chris alzando las manos.

- Ya ves, pensaba que no acababa nunca. - dije saliendo de clase a su lado. Fuimos directos al banco dónde siempre se sientan los chicos, que ya estaban ahí.

- Hola. - saludaron todos a la vez.

- ___(tu nombre), ¿al fnial vienes a la fiesta? - preguntó Ryan.

- Si, y las chicas también.

- Eso significa, que hoy acabarás rendidita a mis pies ¿no? - se motivó Justin, cosa que hizo que me riera.

- Si, seguro.- vi a lo lejos a Sean, con su grupo de amigos, los del equipo de fútbol americano.- Oye chicos, luego hablamos, tengo que ir a hablar con una persona. ¡Hasta luego! 

Me acerqué rápida a Sean, que al verme, se alejó de sus amigos y vino conmigo.


                             Narra Justin.

Estábamos hablando todos, como siempre, sobre la fiesta de esta tarde. Y como no, volví a atreverme a decirle algo a ____(tu nombre). Me sienta muy mal que me digan que no, joder. A mi siempre me dicen que si. Y ella lo va a hacer, oh si.

- Oye chicos, luego hablamos, tengo que ir a hablar con una persona. ¡Hasta luego! - dijo ella. Todos asintieron, menos yo, que me dediqué a ver a dónde iba. Vi que iba animadamente, mientras el idiota de Sean la miraba y se dirigía hacia ella. Espera, ella también iba hacia él. ¿Pero qué coño? 

- ¿Qué coño hace ____(tu nombre) con el subnormal de Sean? -pregunté frustrado.

- Se nota que no le conoce. - siguió Ryan.

- Qué Bieber, ¿celoso?- pregunta Chaz con retintín.

- ¿Celoso? Pero que voy a estar celoso de esa nenaza.

- No, de esa nenaza no, si no de que esa "nenaza" este con ____(tu nombre).- dijo Chris riendo.

- Tío, que dices. Sé de sobra que ___(tu nombre) me prefiere mil veces a mi. Además, a mi que más me da ella. Tengo a cualquier tía que quiera.-dije levantándome del banco. - me voy. Luego nos vemos. 

Entré en los pasillos, y vi a Bianca, esperándome, como siempre. No he visto una tía más fácil en mi vida. La cogí de la cintura y la empecé a besar. Ella agarró el cuello de mi camiseta y me metió en la sala de limpieza. Y bueno, no creo que sea necesario explicar lo que pasó allí.


                             Narras tú.

Después de hablar con Sean, me fui a clase, ya que había tocado el timbre. Las siguientes horas, fueron más entretenidas, ya que una hora faltó el profesor y la otra era música. Vamos, que estuve hablando con Chris y con las chicas todo el tiempo.

Llegué a casa y como de costumbre, estaba vacía. No tenía hambre, asi que fui directamente a echarme una siesta.

Me despertó el sonido del WhatsApp.  Mierda, ya eran las 8 de la tarde.

 ·Claudia dice:

____(tu nombre), nosotras ya estamos ¿vamos a tu casa ya?

·Yo:
Ostia, me acabo de despertar. Vale si, venid y así me ayudáis.

Dejé el iPhone en la cama y me fui corriendo al baño. Me di una ducha rápida y salí. Me puse la ropa interior, me maquillé y me peiné, con la toalla aún puesta. Tocaron el timbre. Bajé corriendo y abrí la puerta sin pensar, ya que creía que eran las chicas.

- Vale muñeca, si sé que me vas a recibir en toalla, vengo antes. - dijo apollado en el marco de la puerta.

-Aggg Justin, ¿qué coño quieres? ¿No ves que tengo prisa?

- Tranquila -dijo alargando la "a".- sólo venía a decirte que Sean es un idiota, no te vayas con él.- dijo entrando y sentándose en el sofá, como si nada.

- ¿Pero tú quién te crees qué eres para decirme con quien me voy o con quien no? - dije riéndome sarcásticamente.

- Mira guapa, yo sólo te lo digo para qué no te hagas ilusiones. Sean es casi peor que yo. - dijo levantándose y acercándose a mi.

- ¿Peor qué tú? Mira, Bieber, él no es un pervertido como tú. Y me haré las ilusiones que me de la gana. ¿Qué pasa? ¿Estás celoso o qué? 

-Os ha dado a todos por lo de "celoso" ¡eh! ¡No estoy celoso, joder! Que a mi me importas una mierda. ¡Sólo lo hago para que él pavo ese no vaya fardando de "ligue", para que no quedes de chica fácil! - dijo gritando.

- ¡Justin, si te importara una mierda como tú dices, no habrías venido hasta mi casa sólo para joder a Sean!- le contesté yo gritando más aún.

-¡ Y SI ESTOY CELOSO ¿QUÉ?! ¿PASARÍA ALGO? ¡NO! 

-¡ NO PASARÍA NADA, SÓLO TIENES QUE ADMITIRLO, JODER! -Y de repente hizo algo que no me esperaba. Me agarró de la cintura, me atrajo hasta él y me besó. Me besó de una manera bastante pasional. Yo, no sé por qué, pero le seguí ese beso. La situación iba cada vez a más. Él me apretaba más a él, como si fuera posible. Hasta que me di cuenta de la situación y me separe.- Vete.

-____(tu nombre)...

-¡ QUÉ TE VAYAS, JODER! -él me hizo caso y salió de mi casa, eso sí, el portazo no podía faltar. Abrí la puerta de mi casa y grité. 

- ¡TÚ DI QUE SI! ¡RÓMPEME LA PUERTA! -cerré yo, dando otro portazo.

Subí a mi habitación y me terminé de preparar. Me vestí así  http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56907996

Salí de casa y ahí estaban mis dos nuevas amigas, esperándome en el jardín. 

- ¡POR FIN! -dijo Kaila.

-Anda vamos- dije riendo. 

domingo, 19 de agosto de 2012

One love. Capítulo tres.




Lunes, 20 de octubre. 

Hoy empiezo las clases, estoy demasiado nerviosa. Como ya sabéis, no soy la típica chica sociable, que pasa con el primero que pase. No, al principio, soy muy tímida. Cuando era pequeña, mi madre siempre me presentaba a más niñas y niños del parque, la mayoría me excluía, ya que no hablaba y decían que se aburrían. Sólo se quedó una niño rubio, con unos ojos preciosos. No recuerdo como se llama, pero gracias a él, soy un poco menos tímida, si no, creedme, que ni habría salido de casa.

Me meto en la ducha, imaginándome posibles situaciones que me podrían pasar hoy. Que se rían de mí, que se metan conmigo, que les caiga bien, que les caiga mal, y cosas por el estilo.
 Salgo de la ducha y voy directa al armario, cojo la ropa y me la pongo {   http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56725933 } Bajo las escaleras de dos en dos, con cuidado de no caerme y comerme el suelo. Entro en la cocina y está mi madre desayunando. Me acerco a ella y la doy un beso en su mejilla.

- Buenos días, mamá.

- Buenos días, cielo. ¿Preparada para el primer día? - dice sonriente.

- ¿Hace falta que conteste? Ya sabes que no. - digo riendo.

- Anda, desayuna, que no puedes llegar tarde el primer día.

- Voy, oye, ¿y papá?

- Se fue a trabajar hace un rato, ya sabes. - Si, ya sé. Pensaba que las cosas aquí, en Canadá, iban a cambiar, pero ya veo que no. Sé que el trabajo de mi padre es muy importante para él, pero joder, no pasa nada de tiempo con nosotras. A veces es duro, pero creo que ya estoy acostumbrada. Pero no puedo evitar sentirme mal. - Venga, ¿nos vamos ya? Hoy te puedo llevar yo.

- ¿Eh? ¡Ah! Vale, si, perfecto. Vamos. - Salimos de casa, yo voy yendo al coche mientras mi madre cierra la puerta de casa con llaves, ya que luego se va a no sé dónde.

 Al cabo de 10 minutos más o menos, mi madre para el coche en frente de la puerta del colegio. Me mira y sonríe.

- Cielo, no te preocupes, es el primer día y es normal que estés nerviosa. Lo único que tienes que hacer es entrar ahí con una sonrisa y ser tú misma, ya verás como caes bien. - yo resoplo y la miro.

- Gracias mamá. ¿Luego pasas a por mí o vuelvo andando? 

- No sé si llegaré, esperame y si ves que no llego a la hora, es porque no puedo, o si no, me llamas. - Asiento, salgo del coche y ando dirección a la entrada. Mis manos me sudan. Entro. Hay muchísimas personas, desde los 13 años hasta los 18, andando por los pasillos. Miro mi horario. Matemáticas. ¿En serio? Bueno, no me queda otra. Algunos me miran raro, otras chicas me miran mal, otros pasan de mi, otros me desnudan con la mirada. Yo miro al suelo, de vez en cuando miro a algunos alumnos y alumnas.

Aula 213, llego. Entro, hay algunos alumnos ya dentro, entre ellos veo a Chris, que me recibe con una sonrisa mientras sigue hablando con algunos compañeros. Suspiro, no sé dónde meterme. Oigo a Chris llamándome. Voy hacia él.

- Hola ___(tu nombre), mira te voy a presentar a mis amigos. Van dos cursos más por delante, pero siempre vienen aquí para hablar. - yo asiento sonriendo.- Esta barbie de aquí, es Ryan. - El tal Ryan le da una colleja a Christian, que se aleja de él riendo. - Este grandullón, es Chaz, y bueno, falta Justin, que llegará tarde como siempre.

- Creo que ya conozco al tal Justin, me lo encontré el viernes. Es un poco idiota ¿no? - los chicos asienten riendo.

- Bueno bro, nosotros nos vamos a clase, Justin supongo que irá directamente ahí, nos vemos en el recreo. - habla Ryan.

- Va tío, hasta luego.- Se despiden de Chris con un abrazo y de mí con un beso en la mejilla.- Parece que les has caído bien.

 - Eso espero, la verdad es que cuando conozco a alguien soy bastante tímida. Pero bueno, ya me haré amigas, supongo.

- Claro que las harás, y si no, pues te vienes con nosotros. - asiento riendo, cuando entra el profesor. Christian me agarra de la mochila, haciendo que me siente en la mesa de al lado. Le sonrío. Empieza la clase.

                                       ________________

Suena el timbre, pero no del recreo, si no de la salida. En el recreo he estado sola, se me ha acercado una chica, rubia, muy mona la verdad, demasiado maquillada, llamada Bianca. Y no era para hacerse mi amiga, oh no. Todo lo contrario. Que si me creo guay, que se me bajen los humos, que los chicos se fijan más en ella. En fin, no sé que rollo me ha contado, a lo que la he respondido con una sonrisa falsa y un "Me alegro, tía".

Salgo con el resto de compañeros a la salida. Espero a mi madre, no viene. Alomejor no puede venir. Espero un poco más. La gente se está yendo, sólo quedo yo, Chris con los chicos, y sí, estaba Justin, un grupo de chicas y pocos más. Chris mira hacia mí y me llama otra vez.

- Mira ____(tu nombre), este es Justin.- Justin sonríe cínicamente.

- Ya nos conocemos, ¿verdad, muñeca?

- Por desgracia si, idiota. - los demás nos miran sorprendidos y riéndose. Mi madre no viene. Me pongo nerviosa.- Bueno chicos, yo me voy. Mañana nos vemos, adiós. - me acerco a cada uno y le doy un beso en la mejilla, menos a Justin, a ese ni con un palo le toco. Me alejo y oigo una voz.

- ¡Hey! ¿De mí no te despides? - dice sonriendo de manera falsa. 

- ¿De verdad quieres que te conteste? - me doy la vuelta y sigo. Al cabo de cinco minutos, oigo unos pasos detrás de mí. Me doy la vuelta y ahí está, el imbécil de turno. - ¿Qué haces? ¿Me estás siguiendo? - digo levantando una ceja.

- Tranquila, nena. No te ilusiones, que yo voy a mi casa. Que al parecer, está en la misma dirección, si quieres, de camino, te vienes a mi casa o yo a la tuya y ya sabes. - dice moviendo las cejas. Le doy un golpe en el pecho.

-¡ Cerdo! Contigo no voy ni al baño.

- Ya, tienes cara de gustarte más hacerlo al aire libre.- le vuelvo a dar.

- ¿Te han dicho alguna vez que eres un irrespetuoso, mujeriego, odioso e imbécil? - él asiente feliz. Yo gruño y sigo andando. Él se ríe.

- Oye, que lo de antes lo decía en serio, ¿tu casa o la mía? - me doy la vuelta cabreada. Voy hacia él y ¡PUM! bofetón en la cara.

- Eres un puto cerdo. Que te entre en la cabeza, que contigo no voy a ningún lado.

- Y que te entre en la cabeza, que a mí no me rechaza niguna tía, y menos una borde de mierda y fea como tú. - pasa por mi lado dándome en el hombro, mientras sigue su camino. Yo me quedo cabizbaja, mirando al suelo.

Llamar a una chica "gorda" o "fea", es de las peores cosas que la puedes hacer. Sigo camino a casa, de la misma manera, mirando al suelo. Pensando en que alomejor debería pintarme más, echarme más cremas de esas que usa mi madre, no sé, en posibilidades para parecer más "guapa". Me ha jodido, me ha jodido mucho.  Ha sabido atacar bien. Y yo...bueno, yo me rindo. 

Llego a casa, no hay nadie. Subo a mi habitación, hago todos los deberes que nos han mandado hoy, recojo todo un poco, escribo una nota a mis padres "Voy a dar una vuelta, ya he hecho los deberes, un beso, ____(tun nombre)". La dejo en la mesa de la entrada y salgo a la calle.

Voy andando sin rumbo, llego a la playa. Me siento en un bordillo de un muro que hay. Estoy media hora apróximandamente mirando al mar. Esto es bastante duro. Siempre intento hacerme la fuerte, hacer como si nada me importase. Hasta que llega un gilipollas y me hace ver la realidad. 
Mi padre pasa de mi, mi madre hace lo que puede por verme feliz, no tengo amigos aquí, echo de menos a todos los que dejé, soy una puta fea, una borde, en fin. Ahora mismo, me doy asco a mi misma. Odio mi vida actual, la odio. 

Siguen pasando los segundos, algunos minutos, quiezás una hora. Noto a alguien que se sienta a mi lado. Giro la cabeza y ahí está él, otra vez. Vuelvo a mirar al mar, y quito algunas mejillas que habían caído anteriormente. Él me mira atento, luego mira al mar.

- Lo siento. - dice rompiendo el silencio. Yo no respondo. Él resopla.- Perdón, joder. 

- Déjalo.- respondo seca.

- No. Mira, ___(tu nombre), mírame, porfavor.- le obedezco. Él suspira de nuevo, como si no se atreviera a hablar.- no estoy acostumbrado a pedir perdón, nunca lo pido. Paso de la gente, de los sentimientos de los demás. Pero, joder, no sé. Lo siento.

- Justin...-digo con voz cansada- no tienes por qué hacer esto, vale, lo dirías sin intención de ofender. Pero el daño ya está hecho. Soy fea, ya está, no hay más que discutir. Intentaré maquillarme más y mejor, dormir bien para no tener ojeras...yo que sé. - Iba a seguir hablando, pero él me interrumpe.

- No, joder, no. ____(tu nombre), eres preciosa. Probablemente seas la tía más guapa del instituto. Ha sido tu primer día y ya hay comentarios de todos los tíos. En serio, creéme, nunca suelo decir cosas así, no hay más que verme. - dice riendo, haciendo que yo sonría timidamente.- No te ralles anda, y sonríe. - pasa su brazo alrededor de mis hombros, y yo, escondo mi cabeza en su pecho.

- Gracias - digo mirándole y sonriendo. Él me devuelve la sonisa.- Bueno, yo me voy a ir a casa ya, es tarde.

- Eh, claro. Yo también me voy. Hasta mañana, enana.

- Adiós Justin. - me alejo sonriendo. Ya las cosas empiezan a ir un poco mejor.

sábado, 18 de agosto de 2012

One love. Capítulo dos.


 Aquí estamos, en el aereopuerto. No, todavía no me hago a la idea de dejar a todos mis amigos aquí, de dejar toda mi infancia, todos mis buenos momentos. Aunque todo esto tiene su parte buena. Sí, la tiene. La sonrisa que hay en los rostros de mis padres, no tienen precio. Mi cara, en cambio, es todo lo contrario.

- Cielo, no pongas esa cara. Ya verás como haces nuevos amigos. - me habló mi madre. 

-Mamá, ya sabes como soy yo a la hora de hacer amigos...

- Los amigos no hay que hacerlos, mi vida. Los amigos aparecen solos, y cuando aparecen, sabes que lo son al instante.

-Ya...lo siento. Sé lo mucho que significa esto para papá.- dije cabizbaja.

- Para papá lo más importante es verte sonreir, asi que, ya sabes. - sonreí de una manera exagerada, cosa que hizo que mi madre riera.- Anda, mira que eres payasa, eh.

                    "Pasajeros con destino Ontario, Canadá, por favor, vayan subiendo abordo."

- Venga, vamos.- nos animó mi padre.

                                                           ------------------------- 


- Bueno, pues aquí estamos, cariño, llama a un taxi. - Comentó mi madre.

Joder, aquí hace un frío increíble. Bueno, ya me advirtió mi madre de que esto no sería como en Los Ángeles. Llegó un taxi y nos llevó a casa. Menuda casa, era enorme. 

- Madreeeeeeeeeeeee mía. ¿Es un palacio? - dije bromeando mientras dejaba mis maletas en la entrada.

- Y aún no has visto tu cuarto. - dijo mi padre con tono "misterioso", cosa que hizo que subiera las escaleras corriendo, cuarto por cuarto, encontrando el mio.- ¡ ES EL SEGUNDO A LA DERECHA! - gritó mi padre desde abajo.

Obedecí. Abrí la puerta lentamente y allí estaba, la habitación perfecta. Las paredes eran de un color rosa palo, en el centro había una cama de matrimonio, con sábanas blancas. Un pequeño balcón destacaba al fondo de la habitación. Me asomé a él, mi habitación daba a la parte trasera de la casa, por lo que veía una piscina y hamacas al lado. ¿En serio? Estamos en Canadá. Bueno, no me quejo.

- ¡Es increíble! ¡Qué pedazo de cuarto! -dije bajando las escaleras.

- Te dije que te iba a gustar. Bueno, vete ordenandor tus cosas, que tenemos que ir al colegio a hablar con el director. - avisó mi madre.

- Oh vamos mamá, eso podemos hacerlo mañana, hoy a descansar. 

- No, mañana es sábado, y cuánto antes te matricules, mejor, venga.- asentí y subí mis cosas. Cuando mi madre se ponía así, era mejor dejarla.


Después de una hora aproximadamente, decidí parar y terminar de colocar todo mañana, ya que no tendría nada que hacer. Que triste, un sábado sin salir. Normalmente, salía todos los sábados con mis amigos, íbamos a fiestas, discotecas...y ya sabéis que en todo grupo hay una persona, en mi caso, yo me considero la "fiestera". Cuando entro en un local con música y gente bailando, me revoluciono.

Me cambié de ropa, ya que iba en shorts, y me puse esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=56569741 .

- ¡Mamá, yo ya estoy! - grité bajando las escaleras.

- Bueno, pues vámonos.

 Durante el camino ninguna decía nada, nos limitábamos a escuchar las canciones de la radio, de vez en cuando la tarareábamos. Cuando el coche aparcó, me puse más nerviosa de lo que ya estaba. Era el mediodía, justo cuando todos los alumnos salen. 

-¿Sales ya del coche o te traigo comida? - preguntó mi madre irónica.

- Mamá, dame mi tiempo ¿no? - dije exagerando.

-Anda vamos. - salí del coche y nos dirigimos hacia la entrada, y justo, me entraron ganas de ir al servico.

-Mamá, necesito ir al baño. Es urgente...me meo - dije esto último susurrando, haciendo que mi madre riera.

-Anda, ve, yo voy yendo hacia dirección. - Salí a paso ligero, buscando los baños, cuando me choqué con un chico rubito, muy mono la verdad.

- ¡Ai, perdón, lo siento mucho, de verdad! - dije muy rápido, cosa que se ve que le hizo gracia, ya que se reía.

- No pasa nada. ¿Eres nueva aquí? 

- Sí, supongo que soy "la chica rara que entra a mitad de curso". 

- Que va - dijo mostrando su dentadura con una sonrisa- Soy Christan, me puedes llamar Chris.

- Yo ____(tu nombre). Encantada Christian - hizo una mueca rara- Chris. Por cierto...¿me podrías decir dónde está el baño? Es una urgencia. -dije riéndo.

- Claro, al fondo del pasillo a la derecha, el de las chicas. 

- Muchas gracias, pues... ya nos veremos, Chris. - dije alejándome de él sonriendo.


Salí del baño, que mal rato había pasado, pensaba que me meaba encima. Y ahora a saber dónde está el despacho de las narices. No hay nadie, solamente un chico y una chica morreandose en medio del pasillo. Joder, que vergüenza, ¿qué hago? El chico se separa de la chica y la da una palmadita en el culo, como señal de "ya he acabado contigo, siguiente". Dios, no aguanto a la gente así. Noto que me mira. 

-¿Se puede saber qué miras? - me dijo mirándome de arriba a abajo.

- Lo estúpido que puede llegar a ser un chico. - dije sonriendo cinicamente mientras pasaba por su lado. 

- Para, para, para. Un momento, preciosa. - dice agarrándome del brazo.- ¿de dónde coño has salido y qué haces aquí? 

- ¿Te importa mucho? - digo soltándome bruscamente de su agarre.- Soy nueva.

- Vaya, asi que tengo una chica nueva por aquí.- me reí de manera brusca.

- Tú no tienes ninguna chica nueva, o por lo menos, yo no soy. Ahora, si me perdonas, y si no también, me voy. - dije alejándome.

- Eso dices ahora, pero dentro de dos días, ya estarás coladita por mi, muñeca.- seguí caminando, pero esta vez, sacándole el dedo índice. Cosa que le hizo gracia, ya que se rió.- ¡Me llamo Justin, Justin Bieber! ¡No lo olvides! 

 
 

jueves, 16 de agosto de 2012

One love. Capítulo uno.




Hola, no sé por dónde empezar, supongo que por lo básico. Me llamo ___(tu nombre) y soy de  Los Ángeles. Mis padres tienen bastante dinero, ya que mi padre es el dueño de una de las tiendas de ropa más importantes del momento. ¡Ah! Y no, no soy la típica niña mimada. Todo lo contrario, no soporto la idea de que me llamen "niña de papá". Físicamente, no me quejo, tengo un cuerpo normal. 

Hoy, 8 de octubre, llego a casa, como cualquier día de instituto. Sólo que hoy hay una diferencia, están mis padres sentados en el sofá, esperándome.

- Hola cariño. - rompe el silencio mi padre.

- Hola, ¿pasa algo? -digo tirándo mi mochila a un lado del comedor.

- Cielo, nos mudamos. - siguió mi madre.

- ¿¡Cómo!? ¿A mitad de curso? ¡NO MAMÁ! ¡ NO PODÉIS HACERME ESTO! - dije gritando.

- ___(tu nombre), he abierto una tienda en Canadá, cerca de un pueblo pequeño, llamado Stratford, en donde hemos comprado una casa. Seguro que te encanta - explicó mi padre.

- ¿¡Cómo me va a gustar un pueblo del culo del mundo!? Me quiero quedar aquí, en Los Ángeles, como siempre. ¡Están todos mis amigos, joder!

- Esa boca - me regañó mi madre.

- Cielo, lo siento pero no hay otra opción, nos vamos la semana que viene, vete recogiendo tus cosas. - pegué un pequeño grito.

- ¡Parece que siempre me queréis joder todo! ¡Ya veo lo que os importa mi felicidad! - grité y salí corriendo a mi habitación, esa que tendría que abandonar por un puto puesto de trabajo, claro, por dinero.